José Pablo Feinmann habló en exclusiva con Crónica HD en  el programa de Tomás Mendez y opinó de la pobreza y de por qué al peronismo le fue mal en las últimas elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

“No hay que exaltar la pobreza. Lleva a la alienación, lleva a la desinformación. La gente termina pensando lo que le hacen pensar, diciendo lo que le digan que diga y no son capaces de elaborar una idea propia. La pobreza hunde a la gente”, comenzó el conductor del reconocido programa “Filosofía Aquí y Ahora”, que fue transmitido por canal encuentro.

“El gobierno algo condujo mal, en la economía, en la distribución de la riqueza. Los pobres no son lucidos porque han sido marginados por el sistema económico y social”, añadió.

En ese momento se metió en la conversación el economista Miguel Boggiano, que también estaba en el piso. “El objetivo del peronismo es mantener pobre al pobre para que lo sigan votando. Vivimos podridos de peronismo. El liberalismo es la única chance de tener un país mejor, el peronismo nos ha robado la vida”, señaló.

Frente a esto, el también historiador y filósofo le respondió lo siguiente: “el peronismo, lejos de haber robado la vida de la gente, les dio desde el 43, derechos, jubilación, aguinaldo, vacaciones pagas, sindicalización, un líder. Fueron años felices”. 

Además, criticó al gobierno de Mauricio Macri y a la actual administración de Alberto Fernández. “El peronismo distribuyó hacia las bases y Macri robó el país, contrayendo una deuda impagable que nos condena a todos. Además, no tuvo la más mínima sensibilidad social. El peronismo perdió por no hacer peronismo, no haber repartido la riqueza”, enfatizó.

“Lo que hay que hacer es una democratización de la economía. Si la sociedad se quiere democrática, la economía tiene que ser democrática y el mercado tiene que ser para todos”,agregó.

Para finalizar Méndez le preguntó que le recomendaría hoy al presidente de la nación. “Repartir la riqueza, levantar el nivel adquisitivo de la gente. El hambre es lo peor que puede alimentar a un pueblo. Un obrero calificado, que trabaja en una empresa y que se gana su sueldo digno que paga su comida, es una cosa. Un obrero con hambre, pobre, excluido de la sociedad, termina desdichadamente en la delincuencia”, manifestó Feinmann.

“El desdichado que nace en la pobreza tiene que abrirse paso a codazos. Puede llegar a la universidad, en eso tiene que ver la fuerza y la inteligencia, pero el estado tiene que ayudar al pobre”, finalizó.

Fuente: Crónica