Mientras se prepara la marcha de esta tarde frente al Palacio de Justicia, los tres policías de la Ciudad detenidos por el homicidio de Lucas González, el adolescente de 17 años baleado el pasado miércoles en el barrio porteño de Barracas, comenzaron a ser indagados esta mañana por los fiscales a cargo de la investigación.

Dos de ellos aseguraron haber disparado contra el auto donde viajaba Lucas y sus amigos, según confirmaron fuentes judiciales a Télam. Los acusados dijeron haberse bajado del auto Nissan Tiida de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 al grito de "policía" y con los chalecos identificatorios puestos. Además, aseguraron que hicieron sonar la sirena, aunque no encendieron las luces azules del llamado "chichón" que se poner sobre el techo del rodado porque no funcionaban.

Las declaraciones indagatorias se realizan bajo la acusación de "homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones y con alevosía de Lucas González, la tentativa de ese mismo delito contra los otros tres adolescentes, más privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica".

Según las fuentes judiciales a Télam, ninguno de ellos aceptó responder preguntas pero realizaron un extenso y pormenorizado relato de cómo ocurrieron los hechos, y tanto Isassi como Nievas se quebraron en reiteradas oportunidades mientras explicaban las circunstancias del episodio en el que murió Lucas.

Se supo que los los policíastrabajaban en la villa 21-24 en el marco de una investigación ordenada por la fiscalía 20 de la Ciudad vinculada a la venta de drogas y que tenían "como objetivo" un domicilio al cual venían controlando porque se sospechaba que era un búnker de drogas.

En ese contexto, aseguraron ver el auto Suran azul en el que se movilizaba Lucas González con sus tres amigos adolescentes "en actitud sospechosa", detenido en la ochava de Iriarte, y que cuando retomó la marcha "hicieron un seguimiento". "Negaron haber realizado una persecución y dijeron que se pusieron los chalecos, les hicieron sonar la sirena para que detengan su marcha y que bajaron al grito de 'policía'", explicó una fuente de la investigación.

En ese momento, según dijeron, la Suran arrancó para evitar la identificación y ante esa situación, se sintieron en peligro y, por eso, dispararon. "Nievas dice que cuando estaban por embestirlo, disparó cuatro o cinco balazos de frente a los pibes. López dijo que rodeó el automóvil por atrás y cuando escuchó los primeros disparos, también efectuó varios tiros. El único que no mencionó los disparos fue Isassi, quien no hizo ninguna referencia a esa situación", agregó la fuente consultada.

Según el relato que hicieron ante el juez, ninguno de los tres dijo haber visto armas en poder de los adolescentes. Fuentes judiciales explicaron que, ahora, el juez tiene diez días para resolver las situaciones procesales de los imputados y que se espera para los próximos días la declaración de algunos testigos, entre ellos un hombre que paseaba un perro y que dijo haber presenciado el episodio.

Para mañana, en tanto, fueron convocados a declarar los padres de Lucas, Cintia López y Mario González, quienes el viernes último, junto a su abogado, Gregorio Dalbón, convocaron a una marcha sin banderas políticas para pedir justicia en la puerta de los tribunales situados en Talcahuano 550 a las 19 de este martes.

De acuerdo a la pesquisa judicial, los efectivos dispararon y balearon a Lucas, tras lo cual detuvieron a sus amigos y quisieron simular que se trataba de delincuentes a los que interceptaron cuando querían robar un kiosco. Según la autopsia, Lucas murió a raíz de un impacto de proyectil de arma de fuego en el cráneo que le provocó una "hemorragia meningoencefálica" y, además, presentaba un surco en el pómulo derecho de una segunda bala.

Fuente: Nueva Ciudad