Una tristísima noticia sacude a Mar del Plata. A los 80 años, falleció Roberto "Cacho" Gonzalo, una leyenda del fútbol marplatense. Fue jugador, entrenador y descubridor de talentos, entre ellos el "Dibu" Martínez, Ariel "Burrito" Ortega y Walter Erviti.

“Cacho” Gonzalo, marcador de punta derecho, surgió en Talleres de Mar del Plata, con el que, de muy joven, logró el ascenso en la "B" de la Liga Marplatense como campeón en 1962.

Luego pasó a Deportivo Español, donde compartió equipo con Carlos Salvador Bilardo, e hizo historia al ascender de la "B" en 1966 y jugar la primera temporada del club en la máxima categoría en 1967. Después vistió los colores de Banfield en 1969 y también jugó en Primera División con Gimnasia y Esgrima La Plata (1970-1973), junto a otra leyenda del fútbol argentino como Hugo Orlando Gatti.

Más tarde, Gonzalo se trasladó al norte del país, participando en los viejos torneos Nacionales con Juventud Antoniana de Salta (1975) y Gimnasia de Jujuy (1977). Se retiró como jugador en 1978 y ese mismo año, a los 34 años, comenzó su carrera como director técnico en Juventud Antoniana en el Nacional. En el Nacional de 1980 dirigió a Central Norte de Salta y en el Nacional de 1981 a Gimnasia y Tiro de Salta.

“Cacho” Gonzalo también se destacó por su gran habilidad para descubrir jóvenes talentos y acercarlos a clubes de Buenos Aires. Fue él quien descubrió a Ariel Ortega en su pueblo natal, Ledesma. En diciembre de 1990, viajó en colectivo junto al “Burrito” desde Jujuy hasta Buenos Aires para ayudarlo a perseguir su sueño de ser futbolista.

“Llegamos a Retiro y yo le dije a ‘Cacho’ que sólo me iba a probar en River. Viajamos entre Navidad y Año Nuevo, y como en esa fecha no estaban seleccionando jugadores en River, nos fuimos a pasar las Fiestas a Mar del Plata porque ‘Cacho’ es de ahí”, relató Ortega en una entrevista. En Mar del Plata, Gonzalo también guió a Walter Erviti hacia San Lorenzo.

Más recientemente, junto a Jorge Peta, fue entrenador de Emiliano “Dibu” Martínez en Talleres y San Isidro de Mar del Plata. Le consiguió pruebas en River y Boca, donde el arquero campeón del mundo no fue aceptado, hasta que, mediante “Pepe” Santoro, se le abrió la puerta de Independiente de Avellaneda, donde “Dibu” despegó hasta alcanzar la cima del mundo.