“No es mi estilo responder injurias ni perder mi tiempo desmintiendo mentiras que con absoluto dolo, intención de dañar y buscando un punto de rating se difunden en determinados programas. Siento que es inmoral, deshonesto y hasta extorsivo que me presionen a dar entrevistas o a responder cada agresión y mentira. Por eso, la mayoría de las veces, opto por guardar silencio en los medios”, señala Olga Garaventa, la viuda de Sandro, en el comienzo del comunicado que difundió este miércoles a los medios por los dichos de la supuesta hija de Sandro en el programa A la tarde (América), que conduce Karina Mazzocco.

“En los casos en que la gravedad de la situación lo amerita, creo más en la Justicia que en un programa de televisión. Sin embargo, esta vez se ha sobrepasado un límite. Desde el lunes 1 de noviembre soy víctima de una maniobra mediática y agresión sin precedentes, dañina, perversa y falsa como pocas veces he visto, en un programa de la tarde que no merece que yo lo mencione ni le de prensa en este comunicado. En el día de ayer, martes 9 de noviembre de 2021, en ese programa, una persona invitada al piso por la producción del mismo dijo barbaridades que exceden cualquier tipo de información o investigación periodística, haciendo imputaciones de naturaleza penal contra mi persona y otros terceros y atacando gravemente el honor y la intimidad mía y de Roberto Sánchez. No lo voy a tolerar ni permitir. No voy a darles el gusto de responder en esa pantalla vergonzosa, pero serán iniciadas las acciones civiles y penales correspondientes contra los responsables de esta situación, que son, no solo quien formuló públicamente las gravísimas imputaciones contra mi persona y otros terceros y agravios al honor y la intimidad de una persona fallecida, sino también los que han colaborado y preparado el marco para que esto suceda”, expresa Garaventa en la continuidad del comunicado.

El escrito de la viuda de Sandro finaliza de este modo: “Cada uno es libre de decir lo que quiera, pero debe saber que hay consecuencias. Exijo respeto para Roberto Sánchez y mi persona y lo hago con la tranquilidad y la paz de quien no tiene nada que ocultar”.

Minutos después de la difusión del comunicado, Karina Mazzocco se refirió a él y aclaró que iba a leerlo al aire. También manifestó su deseo de hablar con Garaventa. En el piso se encontraba Alejandra Giunta, esposa del pianista de Sandro (”en el velorio Olga no le puso ni un rosario a Sandro, se lo puse yo”, expresó allí Giunta) y desde el móvil salía al aire Sandra Junior, supuesta hija del ídolo argentino.

¿Horas decisivas?

A través de un informe, el programa A la tarde que conduce Mazzocco hizo un repaso de todo lo que se habló en la semana. Allí indicaron que se viven horas decisivas en cuanto a la herencia de Sandro, se preguntaron si los resultados de los ADN que se hicieron hasta el momento fueron adulterados y se refirieron a que, supuestamente, Olga Garaventa podría perder la herencia.

Allí también repasaron cuando Alejandra Giunta, la esposa del pianista del Gitano, contó que no tenía buenos recuerdos de Olga, porque les decía que Sandro era una persona difícil de manejar y tener en la casa y que por eso “decidió internarlo”. “Roberto valía más muerto que vivo”, disparó Giunta en el piso. Luego, contó que mucha gente la llamó para felicitarla porque se animó a contar cosas que nadie dice, “porque todos lo saben, pero nadie habla”, añadió e inmediatamente sumó: “A mí me encantaría que hable, que me haga un careo”.

Karina Mazzocco, conductora de A la tarde

Según Florencia de la V, “la historia de Sandro está cambiando gracias al programa”, desde que se empezaron a escuchar otras voces de personas muy cercanas al Gitano que “guardaron silencio durante muchos años pero que ahora se animan y no hablan bien ni de Olga ni de sus hijos”. Fue entonces cuando otra panelista del ciclo, Débora D’Amato, sumó su opinión. “La causa del ADN de Sandra Junior (supuesta hija de Sandro) está en la Justicia. Por eso lo buscó a Miguel Ángel Pierri, básicamente porque él fue quien logró la identidad del hijo de Fangio con el mismo procedimiento. Hubo dos ADN que dieron negativo pero que a la vez están flojos de papeles, por decirlo de alguna manera”, anunció D’Amato.

La palabra de Sandra Junior

En diálogo con Karina y las panelistas, Sandra Junior se mostró dispuesta a pasar por todo el proceso de nuevo. “Yo tengo la tranquilidad de la persona que dice la verdad”, sentenció. Sobre el comunicado y por qué Garaventa se opone a que se hable de estos temas, Sandra dio una versión distinta: “Yo creo que, pobre Olga, es el rostro de este plan macabro que pergeñaron”. Inmediatamente aclaró que “el plan macabro” era del entorno del astro: “Beninatti, Aresi, todos los que veían que se les estaba muriendo la gallina de los huevos de oro”.

Antes de leer el comunicado, Mazzocco tildó al escrito de “impresionante” y se lamentó por no poder hablar con la viuda de Roberto Sánchez. “Este es un programa de televisión en donde se habla de personajes públicos. Y la información que nos está llegando refiera a una persona que todo el mundo conocía y de la que se sabe poco”, completó la conductora. “Tal vez ella no se sienta preparada para responder y no tiene ninguna obligación de hacerlo, pero tampoco es cuestión de amenazar a quien realmente está simplemente dando una información”, agregó Cecilia “Caramelito” Carrizo. Por último se recordó, entre otras causas relacionadas con la herencia de Sandro, que la primera esposa del ídolo busca la nulidad del último matrimonio de Sandro.

Por último, fue la panelista Diana Deglauy quien cerró el tema. “Acá hay un caso en donde se evalúan todas las hipótesis. En el descargo que hace Olga Garaventa habla de dolo, de intención de dañar. Acá nadie tiene dolo ni intención de dañar; cada uno da su información y, por supuesto, que se la busca a ella como protagonista para que dé su información y pueda aportar luz a esta situación. No lo quiere hacer, está en todo su derecho. Lo quiere hacer a través de un comunicado, también. Pero no daña el trabajo riguroso que se está haciendo en este programa”.

Fuente: La Nación