Las tensiones están a la orden del día en Gran Hermano (Telefe) entre los participantes más viejos y los nuevos. En las últimas horas quedó claro que hay una situación irremontable entre Alfa y Ariel, el parrillero que entró hace muy poco. Ninguno de los dos confía en el otro y cada vez se llevan peor.

Las diferencias entre ellos crecieron bastante los últimos días. Si bien al principio los demás nunca se metían, ahora varios participantes empezaron a opinar como Alfa. La razón es física: “Beta” ronca de manera muy sonora, algo que logra hacer despertar a todos, sin distinción.

En la prueba semanal, les tocó unirse por un lazo en grupos de a 4 con los que no pueden desatarse a lo largo de 15 horas. Esto generó que, en momentos de descanso, todos deban ir juntos para no perder la prueba.

Cuando estaban en la habitación, varios de esos grupos estaban desperdigados en las camas, muy cerca entre ellos para no fallar en la actividad que debían hacer. Pero al quedarse dormido Ariel, todo se alteró.

Alfa, uno de los más carismáticos de "Gran Hermano". (Foto: captura de Telefe)

Sus ronquidos calaron hondo en el humor de Romina, que estaba en la cama pegada a la del parrillero. La exdiputada tenía dos almohada en su cabeza para intentar tapar el sonido

“Me voy a tener que levantar. No puedo dormir primo”, dijo Romina, mientras intentaba moverse para zafar de la tortura que le ocasionaban los ruidos. “Así toda la noche”, agregó Marcos, que tampoco podía pegar un ojo.

Desde otra cama, Alfa, también intervino en la charla. “Es terrible. Hay que aguantar. Ya no se cómo hacer. Voy a pedir tapones de silicona. Es toda la noche. Te rompe las pelotas”, comentó con mucha indignación. Desde hace días que el más grande de la casa no puede dormir debido a los ronquidos de Ariel. “Quiero dormir”, agregó Romina.

Ariel Ansaldo fue el primero de los nuevos participantes en entrar al juego hace unos días. “Era muy fachero, no sabés lo fachero que era... Pasó la vida y las harinas. Me he convertido en una inmadurez hermosa de 140 kilos”, dijo al comienzo de su presentación.

Vive en Berazategui, tiene 45 años y destacó que es Licenciado en Comunicación Social. Además estudió teatro, pero ahora tiene su propia parrilla, “El quincho de Ansaldo”. “Quiero entrar para hacer divertir a la gente y dejar de correr detrás de la guita. Los voy a manipular, es más fuerte que yo”, sentenció.