El exministro desestimó los dichos de Patricia Bullrich, manifestando que “afectan los ánimos, la confianza pública, la institucionalidad y la política, proviniendo de la presidenta de un partido de oposición importante, con lo que significa además como agravio personal”.

Defiende las gestiones gubernamentales anteriores y actuales con los laboratorios. Las trabas a la adquisición de las vacunas Pfizer provienen de la casa matriz, no de parte de su filial nativa.

Señaló que “no hubo preferencia en la elección de los laboratorios, que se resolvió en función de las que en ese momento estaban primeros en la posibilidad de obtener una vacuna exitosa, y que en este momento en el país hay empresas investigando ya en fase 3 y algunos ya la han concluido”.

“Siempre han tratado de hacer barullo, hubo ataques a la efectividad de las vacunas en general, a las medidas de protección, a la cuarentena, que no había vacunas suficientes por decisión del Gobierno, cuando justamente lo que se ha hecho es buscar vacunas de cualquier procedencia que cumpliera con las garantías de salubridad establecidas”, dijo.

“Si bien el momento actual de la pandemia es muy complicado está llegando una avalancha de vacunas ya que todos los laboratorios sufrieron atrasos de entre 35 a 50 días, ahora están viniendo todas juntas”, expresó.

“Soy optimista por la cantidad de cargamento de dosis que están arribando al país, el cuello de botella lo teníamos en la vacunación debido a los retrasos, ahora los tendremos ante la necesidad de conseguir la velocidad necesaria en la campaña vacunatoria, hay 4 millones de dosis en circulación para ser aplicadas, más todas las que se van a ir obteniendo”.