Tras el cuestionado anuncio que hizo el Gobierno para intentar aminorar los efectos de la inflación, el presidente Mauricio Macri descansó todo el fin de semana largo de Semana Santa en Alta Gracia, en las sierras de Córdoba, donde pasó las Pascuas en familia y jugó al golf.

Pese a la crisis económica y social, consecuencia de las políticas implementadas por el "mejor equipo de los últimos cincuenta años", Macri pareciera no ponerse en el lugar de los argentinos afectados y sigue su vida "normal" tomándose vacaciones como si en vez de presidente de la nación, fuera solamente un empresario multimillonario.