Mauricio Macri agasajó a los intendentes bonaerenses de Cambiemos con lomo, achuras y vino pero eso no le alcanzó para salvarse de las críticas de los radicales que protestaron por las cifras récord de inflación y las subas de tarifas.

El presidente llegó tarde al almuerzo que organizó él mismo en la Quinta de Olivos y fue el último orador del asado. En primer término hablaron María Eugenia Vidal, Jorge Macri y Daniel Salvador.

Pero también tomaron la palabra el intendente de Tornquist, Sergio Bordoni y Franco Flexas, de General Viamonte, ambos radicales. Los dos se quejaron por la inflación que según reveló el Indec este jueves fue del 3,8% en febrero y superó el 51% interanual. También protestaron por la suba de tarifas en el año en el que buscan sus respectivas reelecciones.  "La gente no da más", había dicho el intendente de Tornquist en noviembre.

En medio de las habituales críticas de los radicales, Macri se emocionó con las palabras del intendente de 9 de Julio, Mariano Barroso, del PRO. "No afloje presidente, estamos con usted dando la lucha que la Argentina necesita para seguir forjando el cambio", se esforzó Barroso.

Fuente: La politica online