El Ministro de Trabajo lejos está de tener algún grado de empatía con los trabajadores. No sólo lo dejan en evidencia sus posturas públicas, permanentemente laudando en favor de los empresarios, sino también sus modos y acciones personales.

Pese a que en público habla de fomentar la formalización del empleo, en lo privado tenía a la empleada doméstica de su quinta en negro y, ante una falta menor, decidió echarla sin pagarle indemnización, violando así todos los derechos laborales. No conforme con eso, le envío un audio maltratándola y amenazándola con que no vuelva a acercarse a la propiedad.

Queda claro: no sólo es un mal ministro; también es una muy mala persona.

Escuchalo:

Escándalo: Triaca insultó y echó a su empleada, sin pagarle indemnización