Victoria Vanucci habló de su vida en Estados Unidos y de su separación de Matías Garfunkel, luego de las fotos cazando animales en el África y recién llegada a vivir a Estados Unidos.

La ex modelo era una mediática de libro: escándalos por todos lados, viajes, y mucho lujo. El viaje en safari de matanza de animales y su regreso al país en medio de escraches y denuncias contra su marido por empleados echados.

En medio de todo eso, la familia -que tenían dos hijos pequeños- emigraron a Estados Unidos, donde Vanucci revela que sufrió una fuerte depresión que terminó en la separación del empresario.

“La fama marea. El dinero marea. Y a mí me mareó de tal forma que me alejó de quien quería ser. Me puso en un mundo que no era el mío. Siempre fui una mujer simple, de una familia humilde. Y de repente me topé con un universo distinto. Con gente distinta. Con situaciones y oportunidades que no había vivido nunca”, dijo a Teleshow.

“Al principio la alta sociedad y el lujo te obnubila. Trataba de pertenecer, pero no lo lograba. Desde el momento en que tenés choferes para todo, no manejás más. No hacés un trámite más. Te hacen todo. Y perdés el eje. Llegué a tener tantos guardaespaldas que nadie se me podía acercar. Esa no era mi vida. Esa no era yo. Ni era feliz. Y empecé a caer”, contó.

Entonces, contó lo que le pasó cuando llegó a Estados Unidos: “Hacía poco me había ido de la Argentina. Una vez, ya instalada en Estados Unidos me miré al espejo y no me reconocí. Tenía dos hijitos, Indiana de cuatro años y Napolito, de dos y medio. Por suerte, si es que se le puede llamar así, eran chiquitos y esa etapa mía no la presenciaron conscientemente. Delante de ellos yo trataba de sacar fuerzas de donde no tenía y a veces evitaba que me viesen. No me reconocía. Pasaron los días. Las semanas. Y, literalmente, no pude levantarme más. No podía respirar ni encontrarle sentido a nada. Así conocí el pánico y empecé a tener ataques cada vez más frecuentes”.

“¡No tenía nada! Todo lo que había construido se vino abajo. Mis amistades desaparecieron. No había nadie que me ayudase a nada, ni siquiera emocionalmente. Sabía que debía seguir respirando porque estaban mis hijos. Pero no... No. Perdón (pide unos minutos para reponerse de sus emociones). No podía pasar delante de un espejo. No podía verme. No podía. Cada vez era peor. Hasta que ya me resultaba imposible cruzar la puerta de mi casa. No podía controlar el pánico y me despertaba en medio de la noche. Ya no era una vida que pudiese disfrutar”, reflexionó.

Entonces, confesó: “estuve tres años y medio, cuatro, con depresión. Nunca antes me había deprimido, quizás porque no me había dado la oportunidad. En los momentos en que tal vez debí haber estado deprimida, seguí. Siempre seguí. Y fue una avalancha. Qué se yo por qué... Rupturas. La pérdida de mi familia. La situación con los animales... Y todo eso que había sabido construir, como mujer, como profesional, con orgullo, por haber venido de un lugar humilde, se iba. Mi nombre se convirtió en mala palabra. Perdí mi afinidad con la gente. Me odiaban. Y luego supe que no era la víctima de nada, debí entenderlos. Pero lo que más me pesaba era saber cómo iban a verme mis hijos el día de mañana. Qué imagen tendrían de mí. No encontraba la manera, el wayout. No veía la luz al final del camino”.

“En ese momento no tenía a nadie cerca. Durante cuatro años de depresión, no he tenido ningún tipo de ayuda emocional. De alguna manera la ayuda salió de mi ser. Es por eso que sigo agradeciendo al tenis. A su mentalidad, que siempre me acompañó. Una capacidad que me ha mantenido absolutamente lejos de cualquier tipo de excesos, ni drogas, ni pastillas, ni estimulantes de ningún tipo. Fue esa voluntad natural lo que permitió que pudiera recrearme. ¡Fue totalmente solitario! Porque, además, no confiaba en nadie”, agregó Vanucci.

“No podía hablar con personas. No me salían las palabras. Porque el pánico no solo te acelera el ritmo cardíaco, sino que además no deja que te pase el aire por la tráquea. El tubo se te hace más pequeño. Y sentía que solo me pasaba un hilito. No podía comunicarme”.

“Durante esos cuatro años sí temí por mi vida. Ya no tenía más ganas... Ganas de nada. Lo único que me mantenía respirando eran mis hijos. Ellos me rescataron”, reveló.

El viernes en LAM (América TV), Ángel de Brito tuvo un mano a mano con Victoria Vanucci. Después de muchos años alejada de los medios, la empresaria rompió el silencio.

En un tramo de la entrevista, el conductor le preguntó por qué dejó la Argentina para radicarse en el exterior.

Vanucci se fue en 2016 con su ex marido Matías Garfunkel y sus dos hijos a vivir a los Estados Unidos, en medio del escándalo que tenía el empresario con los trabajadores del Grupo Veintitrés y varios problemas con la AFIP.

"¿Por qué te fuiste?", indagó Ángel. La ex modelo no quiso dar demasiadas precisiones, pero lanzó una frase contundente.

"Por todo lo que pasó. Es algo totalmente lógico, pero que yo tampoco entendía", afirmó Vanucci, en referencia a los conflictos que tuvo su ex, Matías Garfunkel, con los medios que manejaba.

"¿La política los expulso?", retrucó el conductor. De todos modos, la empresaria prefirió no ampliar sus declaraciones sobre el asunto y remarcó que hoy está enfocada en su nueva vida en Los Ángeles.

"Yo prefiero no recordar esos temas. Hoy no. La verdad deseo que todo esté bien, en paz y que, las cosas que tiene que pasar que pasen", sentenció.

Fuente: Primicias Ya