Estados Unidos padece un grave problema en relación a la portación de armas de fuego que parece empeorar cada vez más: este domingo se registró un nuevo tiroteo mortal, esta vez en un festival de el estado de Oklahoma, que dejó al menos un muerto y siete heridos.

El hecho ocurrió en un evento al aire libre en el condado de Muskogee y en marco de la conmemoración por el Día de los Caídos. Según las primeras informaciones, los presentes escucharon una serie de disparos pasada la medianoche y luego se desató una feroz pelea.

Los investigadores aún no pudieron dar con los autores de los disparos, por lo que al momento no se produjeron detenciones. En el lugar había más de 1.500 personas y los medios locales aseguran que "de milagro" no hubo que lamentar más víctimas fatales.

En el último mes, Estados Unidos se vio sacudido por varios hechos relacionados con armas de fuego: en la ciudad de Buffalo, un supremacista blanco ingresó a un supermercado y mató a diez personas; la semana pasada, un joven fue a una escuela primaria de Texas y asesinó a 18 niños y dos docentes.

Fuente: C5N