Carlitos Balá murió este viernes 23 de septiembre a los 97 años. Sufrió una descompensación durante la noche del jueves y fue internado en el Sanatorio Güemes, y allí experimentó una mejoría que luego se transformó en un retroceso irreversible. Las últimas horas del legendario animador infantil fueron difíciles, según la palabra de su representante Maximiliano Marbuk.

Envuelto en un mar de lágrimas y asegurando que Carlitos Balá era como un abuelo para él, Marbuk reveló: "Tuvo mareos en su casa, lógico de su edad, y lo llevaron al sanatorio. Los médicos decidieron dejarlo en observación. Hablé con Alejandro, el yerno y me había dicho que se había recuperado y a los 10 minutos se volvió a descompensar”

“Estoy arruinado, no puedo más. Sacando que trabajé con él, para mí era mi abuelo. Es un desastre esto. Siento que se me fue un trozo de mi vida. Lo quería mucho", agregó Madximiliano Marbuk, quien a pesar del triste momento rescató la longevidad que Carlitos Balá disfrutó hasta sus últimos momentos con buena salud.

En diálogo con El Trece, el representante de Carlitos Balá rescató: “Lo bueno es que él vivió bien. Era feliz. Le gustaba estar con la gente. Todos pensamos que iba a ser eterno, pero no. Estaba perfecto. Obviamente, tenía 97 años, pero el jodía con eso ‘97 años y no es caro’. Nunca perdió la alegría. Hacía chistes. Estaba perfecto”.

Fuente: El Destape