El Gobierno ya le había bajado el pulgar al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), luego de que el ministro de Economía, Guzmán, declarara que había sido un proyecto de emergencia. En el mismo sentido, el gobierno dio por finalizado el proyecto de pagos ATP, que estaba apuntado a ayudar a las empresas que vieron mermas en su actividad por la crisis sanitaria del coronavirus. Uno de los números que hizo reflexionar al gobierno es que la caída en la actividad se traduce en un déficit recaudatorio de más de $ 500.000 millones.

Sin embargo, recientemente, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, dijo que el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) no está contemplado en el Presupuesto de este año, pero advirtió que "si hay un rebrote de coronavirus o la situación social se complica tomaremos medidas excepcionales". El funcionario sostuvo que "el costo de los alimentos es el problema más grave que tenemos", porque "como la plata no alcanza, los pobres se endeudan con el financista del barrio a un interés del 200% anual".

La cartera destacó el aumento de 50% en el monto de la tarjeta Alimentar como un posible paliativo a la situación económica y aclararon que "buscamos sostener el poder de compra porque es evidente que están aumentando los alimentos".

Por otro lado, aseguró que "la política de control de precios la lleva adelante la secretaría de Comercio, porque es una tarea del Estado" y que lo que hacen las organizaciones sociales es "un relevamiento". "En el Presupuesto de este año no están el IFE ni el ATP para las empresas. Pero si hay un rebrote de la emergencia sanitaria tomaremos medidas excepcionales. Si la situación social se complica, aplicaremos las medidas en cada caso", concluyó en diálogo con radio Mitre.

En la semana, Arroyo encabezó una reunión de trabajo para evaluar las políticas públicas destinadas a fortalecer la economía popular junto a representantes de movimientos sociales, sindicatos, pymes y pequeños productores.

Precisó que se trabaja "en cinco ejes: Potenciar Trabajo, que funciona como una base de ingresos para trabajar; el banco de máquinas y herramientas; crédito no bancario para la producción; aprovechar la ley de góndolas con el sistema de marca colectiva; y los sistemas de comercialización con la generación de 400 pequeños mercados centrales".

Fuente: cronista