El legislador porteño del Frente de Izquierda-Partido Obrero, Gabriel Solano, presentó un proyecto para que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires le exija al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta la renuncia de la ministra de Educación Soledad Acuña, que este lunes criticó la formación docente y aseguró que es la “raíz de la militancia política en las aulas”.

Sobre los dichos de Acuña, Solano consideró que poseen un “contenido discriminatorio y de persecución ideológica a docentes y estudiantes”. Y afirmó que “la ministra ha llegado a afirmar que los docentes en formación ‘son personas cada vez más grandes de edad que eligen la carrera docente una vez fracasados en otras carreras, son de los sectores más bajos de la sociedad los que eligen estudiar esa carrera’. Eso “es inaceptable, y el Jefe de Gobierno debe pedir de forma inmediata su renuncia”, sostuvo el referente de izquierda.

“Es por eso que presenté este pedido en la Legislatura, no se puede tolerar este tipo de definiciones que constituyen una clara manifestación clasista, discriminatoria contra los y las estudiantes que eligen estudiar en los institutos de formación docente públicos, ya que señala que debido a su condición social no estarían capacitados para ser docentes”, argumentó el legislador.

“La ministra refiere a la condición social de la juventud y en suma omite la propia responsabilidad que tiene el Estado en la pobreza y en acompañar las trayectorias educativas con una verdadera política de becas, que les permita estudiar y cursar a las y los jóvenes y no tener que trabajar en trabajos mayormente precarios que los obligan a discontinuar sus estudios, como una de las posibles razones de la extensión de los plazos en las cursadas”.

Quien se apoyó en la línea de Solano fue Amanda Martin, docente de Institutos de Formación Docente y secretaria gremial del sindicato de maestros ADEMyS, quien afirmó: “Vemos con mucha preocupación que en estas declaraciones la Ministra fomente un enfrentamiento entre familias y docentes, en particular contra los militantes de partidos de izquierda, constituyendo un antecedente gravísimo contra la libertad de cátedra, de expresión y de denuncias infundadas contra las y los trabajadores que se organizan y tienen una filiación partidaria diferente a la de la Ministra, que en el pasado se conocieron como ‘listas negras’, violando los más elementales derecho civiles”. “No podemos dejar pasar este nuevo atropello”, advirtió Martin.