A finales de julio de este año, el sindicato de choferes particulares intimó a Mirtha Legrand y a la productora Story Lab, a cargo de su nieto Nacho Viale, para que regularice su situación con el gremio en lo que se refiere a los aportes sindicales de uno de sus empleados particulares y los de la productora. 

El reclamo obedecía a que el chofer particular de la diva de los almuerzos, Marcelo Juan Campos, fue encuadrado, según el sindicato, para evadir aportes y bajar salarios, en el convenio de comercio, cuando la realidad es que su tarea es la de chofer particular.

De esta manera, Campos estaría percibiendo un 50% menos en concepto de salario de lo que le corresponde. La tarea de Campos está regida por el convenio colectivo de trabajo 709/15. Sin embargo, Mirtha lo mantiene encuadrado bajo el convenio de comercio que, según fuentes del sindicato, ostenta un salario básico inicial que representa la mitad del que corresponde al convenio de la actividad. 

Por ese solo empleado, la evasión en el pago de aportes sindicales alcanza los 407 mil pesos. En pocas palabras, Campos, el chofer que denunció a la conductora, cobra $25.000 cuando debería estar percibiendo $50 mil. 

Pero la denuncia también alcanza a la productora Story Lab, a cargo de Ignacio “Nacho” Viale, cuyos choferes, según denuncia el gremio, tampoco se encuentran bajo el convenio que rige la actividad y que implican una evasión de aportes a la entidad gremial por la suma de casi $ 4,9 millones.

Por esta razón, este martes se ordenó hacer un allanamiento en la casa de Mirtha Legrand, procedimiento que la diva de los almuerzos se negó a que se llevara a cabo.  De esta manera, la supuesta deuda de la conductor ascendería a los 5.300.000 de pesos.

Pero esta no es la primera vez que Mirtha es denunciada por no cumplir con sus obligaciones de empleador. Años atrás, en medio de una causa que involucró el robo de las joyas de la diva, su ex empleada doméstica,  Lina Rosa Díaz, denunció a la Chiqui por evasión previsional. La mujer le reclamó 21 años de aportes previsionales, aguinaldos y vacaciones. Es decir, la denunció por haberla mantenido trabajando en negro durante dos décadas.

Según la mujer, Legrand jamás le había depositado aporte alguno por su trabajo y la denunció penalmente por presunta evasión impositiva. Además de sus labores en la casa de la diva, la denunciante era la encargada de arrimarle la silla a Mirtha cada vez que se sentaba en los reconocidos almuerzos. Díaz decidió acudir a la justicia una vez que la conductora la echó, luego de acusarla de haber participado del robo de sus joyas en su mansión.

Fue por eso que la mujer se animó a revelar que la "diva" jamás le había hecho los aportes correspondientes por su trabajo y decidió accionar. Junto a su abogado, Hugo Icazati, le iniciaron un juicio laboral por evasión con una demanda millonaria en la que, además, intervino la AFIP. La denuncia era por la infracción a la Ley 24013, y por presunto delito tipificado en la ley 23771 y sanción ley 25345 (Evasión Impositiva).

La actitud de Mirtha ante esta imputación fue casi peor: en lugar de asumir su culpa por haber mantenido en negro a su empleada, le pidió a los gerentes de los canales que compartan los gastos de la indemnización porque ella participó de sus programas. A pesar de su negativa, las gerencias de los canales 7, 9, 13 y Crónica TV quedaron igualmente incorporados al proceso por su completa responsabilidad.

El conflicto con Díaz se había originado en 2010, cuando Mirtha sufrió un inesperado robo durante la madrugada del 5 de diciembre. Tres hombres maniataron y amenazaron con armas al encargado de seguridad del edificio, ingresaron al departamento mientras que Mirtha se encontraba de viaje por la ciudad entrerriana de Colón y se llevaron la caja fuerte completa y el microprocesador que controla las cámaras de seguridad del edificio.

La Chiqui confirmó que el robo fue perpetrado sin forzar las puertas de ingreso al edificio de la Avenida del Libertador ni a la cocina del piso de la estrella de la televisión y no dudó en señalar a su ex empleada doméstica como cómplice y partícipe necesario del hecho delictivo. Sin embargo, años más tarde, la justicia absolvió a Díaz de la causa por la jueza, Ana Dieta de Herrero. "Estoy agradecida porque se hizo Justicia", había declarado la empleada.

Estos dos casos de evasión por parte de Mirtha se suman a las versiones de malos tratos para con sus empleados. Según trascendió, la diva no comparte nada de lo que le regalan en su programa -como bombones, un gran número de tortas o distintos productos- con sus empleados. De hecho, se ha llegado a ir del estudio con hasta seis tortas que, claramente, no se va a comer ella sola.

Al mismo tiempo y en más de una ocasión llegó a insultar a sus empleados por diferentes motivos. Claro está, como prueba de esto quedó grabado en la memoria de todos el día que surgió una de sus frases más icónica: el famoso "¡carajo, mierda!". Ese día ya había maltratado en vivo a su producción por algunas fallas con las cámaras y por el lanzamiento de unos globos.

En el corte, pero sin saber que la cámara seguía en vivo, enloqueció y a los gritos comenzó a insultar a la producción. Incluso hasta se trenzó duramente con Daniel Tinayre, su difunto marido.

Fuente: Big Bang News