México y Polonia cerraron la primera jornada del Grupo C con un 0-0 en Doha. Después de la sorpresiva y dolorosa caída de Argentina ante Arabia Saudita, este resultado fue la mejor noticia en este feo martes. Porque ahora la Selección depende exclusivamente de sí misma para clasificarse a octavos: si vence el sábado a los aztecas y el miércoles 30 a los polacos, pasará de ronda sin importar el resto de los duelos. Incluso hasta podría darse que cuatro puntos (un triunfo y un empate) le alcancen, ahí sí esperando otros resultados haciendo cuentas con los puntos y la diferencia de goles.

Este pequeño alivio se dio así por los arqueros. Fundamentalmente porque Guillermo Ochoa se hizo gigante para atajarle un penal nada menos que a Robert Lewandowski a los 12 minutos del segundo tiempo. Después de una jugada en la que el VAR llamó por un agarrón de camiseta de Moreno al punta, el 9 del Barcelona pateó a la izquierda y el Memo adivinó.

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Así, clausuró su arco en prácticamente la única chance que generó Polonia en todo el partido. Porque es cierto que dio pelea y disputó cada pelota y hasta incluso la posesión que fue más de los norteamericanos, pero no generó chances. Y, del otro lado, el Tri que dirige Gerardo Martino fue quien propuso más y con variantes para llegar al área rival, pero sin la puntada final.

Se aproximó con Alexis Vega, con Jesús Gallardo, Jorge Sánchez y Chuky Lozano, pero allí estuvo firme Wojciech Szcezsny con sus guantes para alejar el peligro sin necesitar de tapadas brillantes. El 1 de la Juventus también hizo las cosas bien para un empate sin goles que en los últimos minutos cada vez se fue afirmando más.

México, que venía muy cuestionada externamente, dejó una buena impresión desde el juego. Desde los desbordes de Lozano y Vega, los pases finos de Edson Álvarez y el manejo de Luis Chávez. Lo que le faltó fue ese peso en el área al tirar tantos centros, aún generando peligro. Henry Martín, el centrodelantero que eligió Martino, no pesó. Tampoco Rául Jiménez cuando entró mientras que Rogelio Funes Mori (argentino nacionalizado) lo vivió desde el banco.

¿Polonia? Siempre respetando el orden táctico con su línea de cuatro defensores y cinco volantes que taparon espacios y buscaron ser peligrosos de contra, pero lastimaron poco. Piotr Zielinski, volante de gran nivel en el Napoli, no pesó y estuvo impreciso. Eso hizo que Lewandowski apenas entrara en juego cerca del área rival: un cabezazo que rebotó en un rival y la jugada del penal, nada menos.

TODO ABIERTO

En definitiva fue un empate en el que ninguno salió herido pero tampoco pudo aprovechar la derrota de Argentina como para tomar ventaja en la zona. Los mexicanos ahora serán rivales de Lionel Messi y compañía, en un todo o nada. Mientras que a Polonia le toca enfrentar a los árabes (líderes tras la primera fecha) y con un Lewandowski con la sangre en el ojo. Porque el autor de 76 goles con su país se fue seco de Rusia 2018 y ahora falló un penal clave en este debut.

Un panorama abierto para todos y en el que Argentina, unas horas después de una floja actuación y una caída muy dolorosa, sabe que tiene un escenario en el que haciendo las cosas bien, mejorando y ganando los dos juegos que quedan, pasará de fase. A aprovecharlo...