Alberto Fernández está a tiro para que todos los que pasen le peguen. Ahora le llegó el turno a un excolaborador suyo, Nicolás Trotta, quien ocupó la cartera de Educación.

Trotta no solo le recriminó que no lo apoyara en el final de la pandemia y no respetara su decisión de alivianar las medidas de restricción, sino que cuestionó su forma de conducir al Gabinete.

La postergación en la toma de decisiones -una crítica recurrente sobre el Presidente- no fue una elección arbitraria, sino que dijo haberlo cumplido en primera persona.