El exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que fue liberado tras pasar 580 días en la cárcel condenado por corrupción, se está dirigiendo este sábado al pueblo brasileño, durante un evento en la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, en la provincia de São Paulo.

Precisamente, en este lugar Lula permaneció dos días antes de entregarse a la Policía Federal, cuando en abril del 2018 la Justicia ordenó su ingreso en prisión.

"Queridos compañeros, ustedes no tienen dimensión de lo que significa el día de hoy para mí", ha declarado el expresidente, agregando que en este sindicato se graduó "políticamente".

"Tomé la decisión de entregarme porque necesitaba demostrar que el juez Moro no era un juez, sino que era un sinvergüenza el que me juzgaba", ha señalado Lula.

El expresidente además ha subrayado que el "único miedo" que tiene es "mentir al pueblo trabajador".

"No podemos permitir que los militares acaben con este país"

Una gran parte del discurso de Lula da Silva fue dedicada a Jair Bolsonaro, a quien acusó de destruir el país y aumentar el nivel de pobreza.

"No podemos permitir que los militares acaben con este país. Este país, que era respetado en todo el mundo. No puedo ver a los 74 años a estas personas destruyendo al país que construimos", ha señalado el político. "No puedo ver cómo aumenta la cantidad de personas que duermen en la calle", ha agregado.

"Dudo que Bolsonaro duerma con la misma conciencia tranquila con la que yo duermo […] Quiero decirles: estoy de vuelta", ha indicado.

"No sé si se dieron cuenta ayer, en un acto fallido del discurso de Bolsonaro, confesó que le debía las elecciones a Moro. De hecho, se las debe a Moro, se las debe a los jueces que me juzgaron y se las debe la campaña de noticias falsas y mentiras que acabaron con el camarada Fernando Haddad y con la izquierda en este país", ha señalado.

Fuente: https://actualidad.rt.com/