Invitada al programa Podemos Hablar, Lizy Tagliani no pudo evitar las lágrimas al recordar lo poco que había valorado el esfuerzo que su madre había hecho para criarla cuando todavía era una niña.

Lizy explicó que en el colegio ella sentía “mucha vergüenza”. ¿Por qué? ”No me daba tanta vergüenza mi sexualidad, por llamarlo de alguna manera, porque siempre fui muy libre gracias a mi mamá y a sus maridos o papás, todos los que tuve... Pero sí me daba vergüenza ser muy pobre en un momento. Y no tanto ser pobre, sino mi mamá me daba vergüenza. Que es una de las cosas que más me angustia de grande”, confesó.

La artista aseguró que es un tema que ya sanó, porque lo pudo hablar con su madre. Pero explicó: “Para mí fue todo, lo es. Pero llegó un momento donde yo tenía vegüenza porque era gordita, porque era pobre, porque trabajaba de mucama... Yo empezaba a conectar con nenes que tenían otra realidad y como que la negaba. Inventaba. Una vez me puse en la carpeta la foto de una patrona de mi mamá, Maité se llamaba, y decía que era mi mamá”.

“Yo creo que desde los dieciocho años no hago más que castigarme con eso”, sentenció Lizy. Y luego se explayó relatando todo lo que doña Tina había hecho por ella, empezando por dejar su Chaco natal para ir a probar suerte a la Capital Federal sin saber cómo iba a hacer para sobrevivir.

“Ella no sabía cuál iba a ser mi destino, porque era una mamá soltera. Y, en esa época, no sabía si me iban a regalar, si mi abuela me iba a criar como si fuera mi mamá.... Entonces me envolvió con unas sabanitas que le regalaron unas amigas, se tomó un micro y se vino a Buenos Aires sin saber adónde iba a ir. Empezó a generar un destino. Pero habrá dejado su vida, sus amores, sus afectos, su familia, su historia...”, reconoció Tagliani.

Con los ojos empañados, Lizy recordó que su mamá tomaba mate con sus tías y siempre recordaba anécdotas de su provincia. “Ella vivía todo el tiempo en el Chaco. Pero dejó todo eso por mí. Y haber sido tan desagradecida ese tiempo, aunque sea inconscientemente, es un dolor muy grande que me cuesta más allá de todo lo que yo después conecté con mi mamá cuando aprendí. Pero es muy feo”, se sinceró.

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