El gobernador Axel Kicillof inauguró una red de gas natural en la localidad bonaerense de Pergamino que beneficiará a unas 160 familias, obra abandona por la gestión de María Eugenia Vidal. Allí, destacó el rol del Estado para solucionar los problemas reales de la población, a contramano de la visión de Juntos por el Cambio, que prioriza "la ganancia y la rentabilidad".

Durante el acto, el Gobernador afirmó que “cuando uno hace el cálculo desde la perspectiva económica y piensa desde la ganancia y la rentabilidad, la verdad es que esta obra es inviable". Sobre esto, agregó: "Sé que esta obra no se va a pagar con el consumo de las familias, sé que es una obra deficitaria, sé que esta obra da pérdida y sé que no lo va a hacer ningún privado; por lo tanto si esperamos que el privado resuelva los problemas de la provincia vamos a tener un ‘no’, dos ‘no’, y mil ‘no’, por eso nosotros hacemos estas obras, porque es una mejora en la calidad de vida de los y las bonaerenses”. Este modelo contrasta con el esquema de Contratos de Participación Público-Privada que fracasó con el macrismo.

“El Plan de Rutas más importante de la historia de la Argentina”, había calificado el expresidente Mauricio Macri a las decenas de obras con participación público-privado que licitó durante su gobierno. El fracaso fue rotundo y de los 4.000 kilómetros nuevos de rutas que prometió, no terminó ninguno. 
 

En 2020, luego de la implementación fallida de las PPP ideado por la gestión anterior, el Gobierno nacional tomó la decisión de rescindir los seis contratos con las empresas que se encontraban a cargo de las concesiones de seis corredores viales. Luego de un análisis exhaustivo, el Ministerio de Obras Públicas concluyó que el esquema PPP era insostenible económica y financieramente. La incapacidad de las empresas concesionarias de cumplir con las obligaciones establecidas en los contratos aceleró la decisión, cuya finalización fue de común acuerdo. El privado nunca ejerció el rol del Estado por anteponer su modelo de negocios.

La modalidad fue creada en julio de 2018 a partir de la concesión de seis corredores viales. Bajo este tipo de contrato, el financiamiento, la realización de las obras, la concesión del mantenimiento y la explotación comercial quedaban a cargo del sector privado. Los contratos se realizaron en dólares, tanto en lo referido al costo del financiamiento como a la ejecución física de las obras.

 La obra que abandonó Vidal

Durante el gobierno de María Eugenia Vidal, BAGSA, la empresa pública provincial subdistribuidora de gas natural, sufrió un desfinanciamiento. Fuentes gubernamentales informaron a El Destape que “BAGSA dejó de recibir recursos fiscales para pagar el gas. La alternativa que encontró fue endeudarse, pero a tasas muy altas”. En 2018, “la deuda de la compañía llegó a los $100 millones, y en 2019 terminó con una deuda de $300 millones”, detallaron. 

Tras años de demanda de las y los vecinos, los trabajos iniciaron en septiembre de 2018. Sin embargo, en noviembre de 2019 “se paralizó por falta de fondos”. En noviembre de 2020, el Gobernador aprobó la transferencia de fondos a BAGSA para su finalización, pero la empresa contratista adjudicada (CONINSA) decidió no continuar con la ejecución. Finalmente, la obra se reactivó en febrero de 2022 y finalizó en julio.

Al respecto, Kicillof explicó que “a veces es más fácil empezar con una obra de cero que concluir una que está en un estado muy avanzado, porque hay deudas o puede que esté judicializado, y todo eso tiene mayores costos”. En ese sentido agregó que “en esos casos tiene que venir una empresa nueva y armar un contrato y no sabe todo lo que se hizo antes, y hasta hay temas jurídicos, legales, financieros”. 

La inauguración de la obra prevé provisión de gas natural a la localidad de Fontezuela, que permitirá el suministro a 160 familias de la localidad, es decir a más de 700 habitantes.  Además se permite el abastecimiento de las industrias existentes y la radicación de nuevas industrias, dando lugar al desarrollo productivo de Fontezuela. La obra consistió en generar una red de distribución en la localidad, dos estaciones reguladoras de presión y un refuerzo de gasoducto de 10” (1,2 km). 

La compañía BAGSA es de carácter pública provincial y es subdistribuidora de gas natural y GLP que abastece a cerca de 60 localidades pequeñas o aisladas y que no son alcanzadas por las grandes distribuidoras. Cuenta con más de 37.000 usuarios y usuarias residenciales, comerciales e industriales ayudando a mejorar su calidad de vida y promoviendo un uso responsable.

Fuente: El Destape