Tras las denuncias realizadas por parte del abogado Carlos Beraldi por la maniobra que buscaba paralizar la causa y por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura, el juez Eduardo Riggi remitió el expediente a la magistrada. La clave, el informe de la Dajudeco sobre el entrecruzamiento de llamadas de Macri y sus funcionarios.

Servini había solicitado a la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco) que entregara un informe con el resultado de los entrecruzamientos telefónicos entre Mauricio Macri, Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, José Torello, integrantes de la AFIP y posiblemente importantes jueces, en momentos clave del desarrollo de la causa Oil Combustibles y de lo que fuera el encarcelamiento de sus accionistas Cristóbal López y De Sousa, eje de la denuncia de maniobras ilegales contra el Grupo Indalo.

Pero además, había fijado declaraciones testimoniales y hasta el cronograma de indagatorias que tiene al exAFIP Alberto Abad para declarar como imputado en marzo próximo.

Pero, en un hecho sin precedentes para Casación Penal, el juez Eduardo Riggi había dispuesto en las últimas horas de 2020 que toda la investigación sobre los intercambios de llamados del expresidente Mauricio Macri y varios integrantes de su gobierno acusados de integrar una asociación ilícita sea elevada al máximo tribunal penal del país. No sus copias digitalizadas, sino toda la causa física.

Tras conocerse esa decisión, Carlos Beraldi, abogado del empresario Fabián De Sousa, presentó un planteo ante esa Cámara para que se devolviera el expediente a Servini en forma urgente. Para el letrado, la remisión de la causa careció de “toda justificación fáctica y jurídica” y provocó una suspensión de las medidas de prueba en marcha. “En los hechos, la investigación quedará paralizada”, había advertido Beraldi. Incluso, presentó una denuncia por mal desempeño de sus funciones contra el juez Eduardo Riggi ante el Consejo de la Magistratura.

El entrecruzamiento que llevó adelante la Dajudeco fue lo que más irritó a Macri y al resto de los imputados y lo que motivó la presión para intentar que no se lleve adelante bajo ningún formato. El informe de las llamadas podría incluir no sólo comunicaciones entre el expresidente y el director de La Nación Fernán Saguier días antes de que ocurriera la primera publicación del caso Oil (que gatilló el resto de las acciones que se sospechan coordinadas), sino que coincidiría con el mensaje que había enviado Rodríguez Simón a los accionistas de Indalo sobre que se preparasen “para la guerra”.

Por eso, la decisión del titular de la Sala III de Casación Penal, Eduardo Riggi, de llevarse el expediente de Indalo en el momento en el que podría conocerse ese informe clave sobre Macri llamó mucho la atención en ámbitos judiciales.