El titular de la CTEP, Juan Grabois, estuvo en el programa televisivo "Animales Sueltos" y describió su trayectoria a lo largo de estos años. “Soy hijo del ‘que se vayan todos’. Es parecido a lo que pasa en Chile. Es el momento en el que estalla democracia en términos formales. El 2001 me marca, vi la represión, vi muertos, me metieron preso, había nivel de pobreza insoportable, pero con la devaluación empeoró”, manifestó recordando momentos oscuros de la historia argentina.

En cuanto a su relación con el papa Francisco, determinó que llegó a Bergoglio por lo mismo que lo llevó a militar. “Empiezo a ver cosas que no podía creer que la policía les cobraba coimas, familias enteras, eso me llevó a los barrios de Villa Fiorito, de zona sur y ya no pude salir. Si tenés un compromiso, ya no podés salir”, le comentó a Alejandro Fantino.

Siguiendo con los detalles de su relación con el actual Papa recordó que en 2005, “Bergoglio de la nada, hace una misa en la Catedral, una misa de los cartoneros”. “Fui a ver, pero no entré, para mí un Obispo era parte de los sectores de poder. Me empieza a llegar lo que escucho. Habló de los que se quejan por la tracción de sangre, pero no por la situación de los niños. En 2007 escuché su misa… éramos aliados con la ALAMEDA, y lo invitamos a una actividad contra los talleres clandestinos. Le mandamos una carta, pero me llama, y a partir de ahí desarrollamos una relación”, destacó.

Grabois siguió su narrando su historia de vida y contó que tuvo su primera hija a los 19 años y demostró que es un hombre común. “Si tengo plata voy al cine, McDonald’s, tengo zapatillas Nike, vivo en Argentina siglo XXI, no vivo en un Monasterio. Que uno viva en este sistema no significa que no se lo pueda analizar y ver sus cuestiones más nefastas. El capitalismo destruye el ambiente y excluye al ser humano. Destruye el trabajo humano y asalariado y depreda la naturaleza”, analizó.

Finalmente, reivindicó la labor de los movimientos sociales. “Cuando sos una barrera y una contención, logramos que el Gobierno reparta fideo y arroz, al menos los pibes comen eso. Nos peleamos con los tranzas que venden droga y están armados. El pibito entre ir al taller, prefiere estar con los tranzas. Me dicen, ‘me van a dar dos lucas’ y les digo, ‘pero te van a meter un tiro’. Tengo charlas que te dan ganas de llorar. Al tranza le decimos que no se metan dónde estamos nosotros. A veces se meten y denunciamos. Me fue bien dos veces, y logramos que un juez haga algo”, concluyó.

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