El dirigente social y político Juan Grabois aseguró que el motivo por el cual fue deportado de Colombia, a donde viajó como parte de una delegación para verificar las denuncias de violación a los derechos humanos, fue "netamente política".

En diálogo con Luis Novaresio en A24, Grabois contó la experiencia que vivió en el aeropuerto internacional de Bogotá, donde fue retenido y, según denunció, agredido físicamente.

"Me dijeron que había una anotación en mi registro en el sistema, me condujeron hacia una supervisora que de manera inmediata me dijo que tenía denegado el ingreso a Colombia y le pedí una explicación. Dos o tres hombres, supongo que oficiales de Migraciones, me condujeron hacia un pasillo, yo volví a pedir la presencia de un abogado y un testigo porque realmente me sentía en peligro", relató.

"Me introdujeron por una puerta sin identificación y ahí pedí con vehemencia que se identificaran, que permitieran la presencia de un abogado y que me explicaran las razones de mi detención. Ahí recibí dos empujones, me metieron para adentro y uno de los oficiales agarró su identificación y me la puso en la cara con un golpe de puño", agregó.

Grabois aclaró que tanto su documento de identidad y su pasaporte "no están vencidos, están en regla" y que "hubo una mentira por parte de Migraciones de Colombia".

"Finalmente, dos oficiales más amables nos llevaron a una sala, aceptaron la presencia del abogado, me pidieron que les enviara por correo electrónico las cartas de invitación, y media hora después me informaron que lamentablemente no podía ingresar", dijo.

El dirigente social del MTE y del Frente de Todos precisó el motivo de su viaje a Colombia. "Nosotros somos parte de una delegación internacional de solidaridad y observación de derechos humanos y fuimos invitados por una bancada de oposición del Congreso colombiano y por una cantidad importante de organismos de derechos humanos y movimientos sociales", explicó.

Y luego dijo que tiene "la confirmación de nuestra cancillería que la causal fue netamente política".

"Ahora quedan 19 conciudadanos que están realizando un trabajo correcto y responsable allá, y ellos tienen que ser protegidos", advirtió.