En un nuevo aniversario de la muerte Alberto Nisman, vuelve la idea lisérgica de que al fiscal lo asesinaron y se lo utiliza de esa manera para seguir fogoneando el odio contra el peronismo, especialmente contra Cristina Fernández de Kirchner. En este contexto, el programa que conduce Luis Novaresio por América TV tuvo como invitado a Pablo Duggan, periodista y autor de "¿Quién mató a Nisman?", un libro éxito de ventas en el que sostiene que el fiscal de la causa AMIA se suicidó y al técnico informático Diego Lagomarsino imputado en el caso, quien le entregó el arma a Nisman, la misma con la que se disparó hace cinco años atrás.

Además, de dichos invitados, estaba la periodista macrista, Silvia Fernández Barrio quien aseguró que el día que escuchó la noticia de la muerte del fiscal le "corrió un frío por la espalda" y agregó que "era lo lógico que lo mataran", afirmando de esa manera que se trató de un homicidio y no de un suicidio. Al escuchar esto, Duggan le preguntó "¿Cómo que es lo lógico que lo mataran, Silvia. De dónde sacaste eso? Es muy grave decir eso", señaló.

Duggan, insistió en que si se lee el expediente, cualquiera se da cuenta rápidamente que se trata de un suicidio, sin embargo, tanto el juez Ercolini como el fiscal Taiano "están haciendo política con la causa y devolviendole favores a Mauricio Macri", disparó el periodista.

Por su parte, Diego Lagomersino, aseguró: "Yo leí varias veces el expediente y no me queda ninguna duda de que fue un suicidio. No hay golpes, hay manchas por todos lados. El único que habla de un homicidio es Gendarmería".

Más adelante, y afianzado por la presencia del periodista Pablo Duggan que sostiene que Nisman se suicidó, Lagomarsino dejó entrever que el hecho de que él hubiera entregado el arma al fiscal prueba su inocencia. "¿Quién puede ser tan imbecil de hacer eso? Entregar un arma que estaba a mi nombre para matarlo. A mi me cagaron la vida ¿Qué gané yo?", se defendió.

Además, contó que el sábado a la noche previo a su muerte, vio a Nisman conmovido y asustado por la seguridad de sus hijas. "Se le llenaron los ojos de lágrimas cuando me pidió el arma".

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