Se entiende que en campaña se juega más fuerte que en otras épocas, pero lo de Trebucq está al borde del papelón, pero del lado de adentro.

Sosteniendo un frasco con insectos y recostado sobre el escritorio, hizo una actuación acerca de la imposibilidad de comer asado y la supuesta decisión del peronismo de que ahora en más el pueblo coma grillos.

Pasando la brocha gruesa sobre lo ocurrido en el país en los últimos años -y obviando claramente el préstamo pedido por el gobierno de Mauricio Macri al Fondo Monetario Internacional- el conductor le pegó al kirchnerismo con una bajeza inimaginable.