El intendente, Camilo Etchevarren, se niega a recibir a un hombre que sufre COVID-19. Para eso, montó una campaña donde les pide a los vecinos que lo acompañen en su objetivo. “Necesito que la familia y que el pueblo de Dolores me ayuden a que no venga este joven a nuestra ciudad”, aseguró. “¿Ustedes se imaginan el desastre que nos haría en esta ciudad donde todos nos hemos ocupado y preocupado por tenerla aislada? Necesito de su colaboración, del pueblo de Dolores. Ayúdenme a que los ayude”, dijo el intendente, llamando al apoyo popular.

El joven es Ángel Ciriliano. Llegó hace unos días desde Brasil con algunas líneas de fiebre y, aplicado el protocolo en el aeropuerto, fue inmediatamente internado en un hospital de Ezeiza. Más tarde, fue derivado al UPA de Longchamps, donde iniciaron las gestiones para trasladarlo a la unidad más cercana a su domicilio.

Así el muchacho terminó internado en Lezama, donde las autoridades confirmaron que “ya no tiene fiebre y está en condiciones de regresar a su hogar”. No obstante, la posibilidad de que fuera derivado a su domicilio puso en alerta a Etchevarren que, en medio de la conmoción social por el avance del COVID-19, buscó complicidad y apoyo de los vecinos para que el joven no pueda regresar.

“Hago un llamado a la solidaridad, a la familia de Ángel Ciriliano y a todo el pueblo de Dolores”, inició el intendente. “Llegó hace tres días de Brasil, fue trasladado al hospital de Ezeiza y después a la UPA de Longchamps. No sé por qué razón política quieren derivarlo a Dolores. Aquí no tenemos ningún caso ni sospechoso ni positivo. Ayúdenme a que no venga”, pidió el presidente en la previa a la confirmación de las muestras, que, según autoridades sanitarias, indican que tiene coronavirus.

Desesperado, Etchevarren activó su propio protocolo cuando supo que Ciriliano ya iba camino a sus pagos. “Hable con el  ministro de Salud, me confirman que lo estarían derivando, violando el protocolo de nación, ya que este joven tuvo fiebre en Ezeiza”, aseguró el jefe comunal, que realizó “una denuncia penal para detener el traslado de este joven”.

Pero la maniobra de Etchevarren para evitar la llegada de su vecino choca con el diagnóstico de los médicos del UPA de Lezama. Hasta allí llegó Ciriliano en su derrotero por encontrar un lugar en el mundo. “Está internado  transitoriamente, se encuentra en perfecto estado de salud. No está febril y ya en condiciones de ir a su casa. La comunidad de Lezama puede estar tranquila porque el paciente entró aislado, no hay ningún riesgo”, dijeron autoridades de la unidad sanitaria.

Sin embargo, la embestida del intendente de Dolores dio frutos. La denuncia penal y el llamado a los vecinos para que apoyen la decisión y que el joven no pueda volver a su propia casa, surtió efecto. Ayer, trascendió, Cirigliano fue derivado al San Juan de Dios de La Plata.

Fuente: Realpolitik

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