La vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, a través del abogado Carlos Beraldi, presentó ante el Tribunal Oral Federal N°8 un pedido para que se anule el juicio oral por la firma del Memorando con Irán ya que toda su tramitación se encontraría viciada. Lo hizo apoyándose en las revelaciones acerca de los accesos de los camaristas tanto a la Casa Rosada –para mantener audiencias con Mauricio Macri- como a la Quinta de Olivos, donde ambos magistrados también habrían concurrido en momentos clave del desarrollo del caso.

Los dos fueron desequilibrantes tanto para aceptar a la DAIA como querellante y para reabrir la denuncia de Alberto Nisman desestimada en dos oportunidades previas. Sus votos –pese a que estaban excusados de actuar en cuestiones relativas a la AMIA- permitieron que en Casación el caso fuese reabierto y luego, en manos del juez Claudio Bonadio, que se amplificara una causa “melliza” que terminó en instancia de juicio, con la expresidenta como acusada, todavía sin fecha de inicio.

Cristina no solo pidió la nulidad, sino su sobreseimiento y la realización de una audiencia pública, en el escrito donde adjuntó prueba que pretende exponer antes los jueces. La anulación está pedida casi desde el comienzo de estas segundas actuaciones, a partir de la resolución dictada el 29 de diciembre de 2016 en el marco de la causa N° 777/2015 a través de la cual la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal dejó sin efecto la desestimación de la denuncia que dio origen al proceso, apartó a todos los jueces que habían convalidado tal decisión y ordenó la remisión de la causa a un nuevo magistrado para su continuación, y el resto de las cuestiones resueltas que están conectadas con esa decisión y la instrucción de la causa en manos de Bonadio.

Fuente: Ambito