Gianfranco Macri –hermano del exmandatario- fraguó los requisitos contenidos en la ley de exteriorización sancionada por el Congreso, en 2016, para declarar como propio un “trust”, equivalente a un fideicomiso, radicado en Liechtenstein que, en realidad, pertenecía a Alicia Blanco Villegas, madre de ambos e impedida legalmente para acceder a los beneficios que otorgaba la amnistía fiscal. Ámbito accedió, en exclusiva, a los documentos de conformación de ese trust que la tienen como primera beneficiaria y a información contenida en una causa judicial que tramita en el fuero penal económico, donde se incorporó esa evidencia como prueba nueva de hechos ilícitos, donde el hermano del expresidente está imputado. Según los investigadores, el monto blanqueado estaría en torno a los u$s 25 millones, casi el 60% del volumen de dinero que Gianfranco admitió como propio en las presentaciones que hizo ante el fisco para acogerse al blanqueo.

Quiñel Trust es el nombre del fideicomiso que fue creado el 29 de noviembre de 2000, de acuerdo a las leyes del Principado de Liechtenstein, considerado un paraíso fiscal de solo 160 kilómetros cuadrados, ubicado entre Austria y Suiza. Quiñel posee el 100% de las acciones de Reata Pacific Ltd, BVI, que a su vez era titular de dos cuentas bancarias. Los derechos del fiduciante estaban administrados por el Credit Suisse Trust AG, en nombre de Alicia Beatriz Blanco Villegas, con quien figura un contrato firmado. La primera esposa de Franco Macri es la madre de Mauricio, Gianfranco y Mariano (además de Sandra, ya fallecida), y según su estatuto, la principal beneficiaria de los fondos y las rentas del mismo.

Pero no fue ella quien lo declaró, sino que lo hizo uno de los denominados “segundos beneficiarios”, que de acuerdo al reglamento, solo podría actuar en nombre de su madre en caso de fallecimiento o incapacidad definitiva constatada. Nada de eso ocurrió, sino que se utilizó un artilugio para que a través de una persona interpuesta, esos activos no declarados pudieran ingresar al patrimonio de los involucrados, sin levantar sospechas.

De acuerdo a la documentación obrante en Liechtenstein, Blanco Villegas era la única e ilimitada beneficiaria del Trust, y en caso de su muerte, un 70% correspondía a sus hijos, mientras que el 30% restante se repartiría entre sus nietos. Pero el dato saliente es que la propia Blanco Villegas lo terminó reconociendo, al explicar que cuando su hijo Gianfranco mudó su domicilio fiscal a Uruguay –para evitar ser alcanzado por la AFIP cuando su hermano dejó la presidencia- ella poseía la administración y control de los activos del Trust, los que fueron incorporados a su declaración de Ganancias y de Bienes Personales. Pero su incorporación, fue recién en 2020, tres años después de que Gianfranco los ingresara al blanqueo de la Ley N° 27.260 como propios. La mujer, adujo que simplemente se trató de un “cambio” de contribuyente. Las autoridades solicitaron a Gianfranco que explique también por qué incluyó esas cuentas bancarias en la exteriorización que hizo, amparado por la norma. Todavía no respondió.

Por Gabriel Morini para Ámbito