El actual miembro de la Cámara de Diputados, Javier Milei, dijo «Entonces ese mismo boludito lo que empezó a hacer es decir la batalla cultural, la batalla cultural. A ver pedazo de mogólico, imbécil, tarado. La batalla cultural tampoco se puede dar, porque hay algo llamado censura«, entre otras frases agraviantes hacia el periodista Roberto Cachanosky.

La utilización de la palabra mogólico u otras relacionados como insulto es discriminatoria ya que tiene su origen en las primeras descripciones médicas que se hicieron acerca de las personas con síndrome de Down, por la forma habitual de los ojos de quienes tienen esta condición. El término suele usarse para insultar haciendo referencia a la falta de inteligencia de la persona a la cual se dirige. Es decir, sitúa a los individuos en parámetros de normalidad-anormalidad y entiende a la discapacidad intelectual como algo fuera de lo normal, incorrecto u objeto de burla.

ASDRA invita a la comunidad en general, y en particular a quienes utilizan la palabra mogólico como insulto, a conocer su campaña nacional “Insultos” donde se plantea que la utilización del término “mogólico” constituye en sí mismo un acto de discriminación, tal como lo han expresado personas con síndrome de Down y sus familias.