Todo comenzó con la presentación de Juana en la despedida del ciclo de los sábados. Entre saludos de sus colaboradores, aplausos de los técnicos y agradecimientos al público, la nieta de Mirtha recibió el primer regalo de la noche.

Era un ramo de flores que le había enviado su hermano, Nacho Viale, con una tierna dedicatoria.

“No voy a llorar", advirtió Juana. Sin embargo, tras leer el mensaje del productor, sus sentimientos afloraron.

"Es un orgullo y un placer que seas parte de esta productora. La rompiste y llevaste este barco a buen puerto. Tu hermano y tu productor, Nacho", decía la tarjeta.

Entonces, ella siguió mencionando algunas de las marcas que la auspician, cuando su asistente se acercó de nuevo con otro ramo de flores. Entre chistes y sonrisas, Juana preguntó si no se trataba del mismo regalo que había recibido minutos antes.

"¿Es el mismo ramo?", bromeó la actriz al tiempo que tomaba la tarjeta y empezaba a leer: "Asumiste la responsabilidad con amor por tu abuela, calidad profesional. Le diste estilo propio, te felicito de corazón. Siempre a tu lado, te amo. Tu papá".

Con los ojos empañados por las lágrimas, Juana cubrió su rostro con los volados del vestido amarillo que Gino Bogani le había diseñado para la ocasión y, con esfuerzo, llegó a decir: "Gracias, bueno, ya está, ya está... vamos a ir a un corte".