Una vez más José Luis Espert demostró de qué madera está hecho.

Y es que en el medio de una entrevista le aclaró a María Laura Santillán que estaba en plena sesion por lo que ella, algo incómoda le contestó que lo liberaba.

La respuesta rápida y que tal vez quiso ser en tono de broma pero cayó mal fue: “¿Me liberás, morocha?”. Si el entrevistador hubiera sido Feinmann, ¿le hubiera dicho “petiso”?

Lo cierto es que si bien algunos lo consideraron una especie de acoso otros llegaron a la conclusión de que fue sólo un exceso de confianza, que claramente no tiene con la periodista.