El periodista de C5N, Alejandro Bercovich, reveló anoche cómo los fondos acreedores "apretaron vía Zoom" al ministro de Economía, Martín Guzmán para cobrar su deuda al 100%.

El mexicano Gerardo Rodríguez, director ejecutivo de Mercados Emergentes de Blackrock, soltó la amenaza la semana pasada, en una de las últimas reuniones virtuales que mantuvo por Zoom con representantes de los fondos acreedores el ministro de Economía, Martín Guzmán. Fue cuando el Palacio de Hacienda ya había redactado pero aún mantenía bajo siete llaves la propuesta que ayer anunció el Gobierno y que hoy llegará a la Securities and Exchange Comission (SEC) en Nueva York, con una quita del 5% sobre el capital, del 62% sobre los intereses y tres años de gracia.

-Yo no sé si ustedes tienen claro con quiénes se están metiendo. Nosotros tenemos espalda y podemos sentarnos a esperar a negociar con otro gobierno que entienda a los mercados. Como los entendía el gobierno anterior, por ejemplo.

Dos funcionarios de Economía que también tenían sus ventanitas de Zoom abiertas tomaron nota textual de la bravuconada y esa misma noche Guzmán le contó el episodio a Alberto Fernández. Fue entonces cuando el Presidente se decidió a convocar para el anuncio a los gobernadores, especialmente a los opositores, y también al jefe de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. El objetivo era aventar la expectativa de algunos acreedores de reeditar la apuesta ganadora de Paul Singer en 2015 contra el peronismo.

El de Blackrock no fue el único que intentó amedrentar a Guzmán. Un enviado de un fondo más chico pero que tiene en cartera un stock importante de los bonos emitidos en el canje de 2005 (los denominados "exchange bondholders") lo comparó con Yanis Varoufakis, el ministro de Economía que designó la coalición izquierdista Syriza en Grecia apenas asumió Alexis Tsipras. "Vimos otro ministro con ideas parecidas a las tuyas. Con otros modales, sí. Pero parecido a vos. Mirá que él se fue, vino otro y nosotros salimos ganando", le espetó, también por videoconferencia. "Lo que nos tienen que mostrar es un sacrificio que duela", completó, por si no se había entendido el mensaje.

Los acreedores, según las fuentes directas de la negociación que pudo consultar BAE Negocios tanto en Buenos Aires como en Nueva York, no llegaron a digerir el volantazo que pegó el Fondo Monetario cuando dos meses atrás publicó su análisis de sustentabilidad de la deuda (DSA, por sus siglas en inglés) y recomendó una "quita significativa" sobre los USD 67.000 millones que ahora se renegociarán. Hasta entonces, a los negociadores argentinos les pedían que acompañaran sus propuestas de repago con algún gesto de apoyo -o al menos aval- del Fondo. Inmediatamente después, pasaron a despreciarlo. "El FMI ya cambió una, dos, varias veces. El DSA lo hizo el staff, no el board. Y al staff lo podemos cambiar todas las veces que queramos", lo ninguneó otro de los yuppies más atrevidos.

Fuente: Bae Negocios

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