Tal como hizo todo Juntos por el Cambio al unísono, la líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, salió con los tapones de punta contra Alberto Fernández al advertir sobre la “gravedad institucional” de sus declaraciones sobre los fiscales Alberto Nisman y Diego Luciani, tras el alegato contra Cristina Kirchner por la causa Vialidad, pero también aprovechó para encender la mecha de la interna contra algunos socios de la coalición opositora.

"Lilita" reclamó a la Corte Suprema de Justicia que refuerce la custodia de los magistrados que instruyen en la causa Vialidad, pero por “fuera de la jurisdicción federal” de los uniformados que conduce el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.

“Estamos en una situación sumamente delicada, donde tenemos que prevenir que suceda algo grave con la familia (de los fiscales) y de todos incluidos. No se equivoquen, no solo se trata de los fiscales, es una amenaza a los jueces y también hijos”, advirtió la ex diputada nacional entrevista en radio Mitre.

La crítica de Carrió tiene que ver con que al Presidente le preguntaron en el programa “A dos voces” de TN por el caso de Nisman y la seguridad del funcionario judicial del juicio Vialidad, y respondió que el fallecido fiscal, en su opinión, "se suicidó" y que esperaba que "Luciani no haga algo así”.

En ese punto le reclamó a la Corte Suprema que intervenga para otorgarle una “custodia complementaria” a los magistrados y que esa tarea no esté a cargo de la Policía Federal, ya que en ese caso “lo instrumenta el ministro de Seguridad Aníbal Fernández”, a lo que calificó como “una trampa mafiosa”.

Llamativamente, después entró en contradicción: relató un hecho similar cuando la ministra de Seguridad era Patricia Bullrich. “Durante el gobierno de Mauricio Macri también tuve amenazas, entonces pedí refuerzos de la Federal. La ministra de Seguridad era Patricia Bullrich, que me mandó a la Federal, que se puso a 30 metros para espiarme. Tuve que pedir el relevamiento de esa fuerza”, disparó.

“Vivimos en un estado mafioso”, concluyó, como quitando ahora el peso que antes había puesto sobre Aníbal Fernández y colocándolo sobre "el estado".

Acerca de los dichos de Alberto, "Lilita" concluyó considerando que “decir que alguien se puede suicidar es la amenaza de los servicios de inteligencia” y que el Presidente “miente a sabiendas”, ya que “lo que está diciendo es: ‘Espero que no aparezca suicidado’”.