Tiene un hijo de 6 años y un hermano con retraso madurativo. Estuvo tres semanas en un complejo habitacional social pero la desalojaron. "Todos los días le pido a Dios que cambie mi vida", ruega.
Magalí y su familia viven en una casilla de machimbre hace tres años. Desesperados, se instalaron en viviendas municipales de Quilmes inconclusas. Los desalojaron violentamente.

“Son viviendas municipales que no se terminaron a las que no les falta mucho”, cuenta la joven que tiene un hijo de 6 años y un hermano discapacitado. Las casas están a 50 metros del lugar en el que vive.

En esas viviendas sin terminar pero infinitamente mejor a la que tiene, Magalí estuvo tres semanas hasta que las desocuparon las fuerzas de seguridad. “Hubo un allanamiento brutal. La gente perdió lo poco que teníamos”.

“Todos los días le pido a Dios que cambie mi vida. No pido que me regalen nada, sí que me den la chance de pagar”, le contó a ADN Recargado, el programa de C5N.

Mientras vive bajo un techo de madera, sueña con esas casas que están apenas a media cuadra de la suya.

Fuente: Minutouno.com