El papa Francisco exhortó este domingo a escuchar el grito de los pobres sofocado por “el estruendo de unos pocos ricos” en una misa celebrada en San Pedro, tras lo cual almorzó en el aula Pablo VI con 1.500 indigentes.

El Pontífice argentino aseguró que la atención a los pobres “no puede ser la moda de un pontificado”. El año pasado él instituyó la Jornada Mundial de los Pobres para la Iglesia católica y hoy, en su segunda edición, celebró de nuevo una misa en la basílica de San Pedro, donde en las primeras filas se ubicaron 6.000 sin techo, indigentes e inmigrantes.

En su homilía, Francisco afirmó que el grito de los pobres es “cada día más fuerte, pero sofocado por el estruendo de unos pocos ricos, que son cada vez menos pero más ricos”.

Sacudió las conciencias al recordar la imagen de “los pocos epulones que banquetean con lo que en justicia corresponde a todos” porque, destacó el Papa, “la injusticia es la raíz perversa de la pobreza”.

El Pontífice recordó “el grito de los ancianos descartados y abandonados” y el de los inmigrantes, “quienes deben huir, dejando la casa y la tierra sin la certeza de un lugar de llegada” o “de poblaciones enteras, privadas también de los enormes recursos naturales de que disponen”.

A los fieles les dijo que es Dios quien pide que “lo reconozcamos en el que tiene hambre y sed, en el extranjero y despojado de su dignidad, en el enfermo y el encarcelado”.

E insistió en que “el cristiano no puede estar con los brazos cruzados, indiferente, fatalista” ante el sufrimiento del prójimo.

Fuente: info135.com