En la zona viven 45 mil personas y hasta 2015, 3 mil trabajaban en el yacimiento. Desde que llegó Cambiemos empezó un ajuste que ahora quiere profundizarse. Juan Marino del Partido Piquetero partició de la Asamblea permanente y estas fueron sus palabras.

Juan Marino en Río Turbio

El interventor enviado por el gobierno nacional, Omar Zeidán, que responde al senador de Cambiemos, Eduardo Costa, decidió finalmente enviar 250 telegramas con una propuesta con olor a extorsión. O aceptan el “retiro voluntario” y cobran alguna indemnización, o son despedidos y hacen juicio.

Esta es la segunda vez que sucede desde que llegó a la provincia de Santa Cruz la larga mano ajustadora de Macri. A principios de 2016 ya se había despedido a otros 500 trabajadores, incluidos 79 que fueron echados “con causa” por lo que no se les ofreció compensación alguna.

La reacción de las comunidades de Río Turbio y 28 de Noviembre (la única localidad argentina cercana en un radio de cientos de kilómetros) fue inmediata con marchas de repudios a la intervención y el reclamo de la reincorporación. Estos pueblo dependen íntegramente de lo que esta mina produzca.

Entre los despedidos hubo seis delegados de planta y un delegado paritario, a los que no se les respetaron los fueros gremiales. También se enviaron telegramas a gente que estaba de vacaciones en sus provincias de origen, como Jujuy, Salta.

Hasta ahora las actividades en mina están paradas, y los trabajadores se encuentran en asamblea en boca de mina en espera a lo que suceda el martes próximo por lo que se decidió no realizar actividad alguna hasta ver que sucede en Buenos Aires.

Fuente: Agencia Paco Urondo