Gabriel Michetti dio otra muestra de su insensibilidad de la forma más brutal. Se dio mientras presidía la sesión del Senado donde se trataba la nueva ley de donación de órganos, cuando la normativa resultó aprobada. Fue allí que la familia de un joven que murió esperando un trasplante, ubicada en uno de los palcos, atinó a aplaudir, emocionada por que salga una ley por la que habían militado.

Michetti, lejos de solidarizarse y compartir su emoción, les exigió que paren de aplaudir y hagan silencio, alegando que era el protocolo del Senado. No tiene corazón.

Michetti hace callar los aplausos de la familia que impulsó la ley donación de órganos