El periodista de policiales Paulo Kablan reveló que no pudo asistir al casamiento de su segundo hijo, Diego, y reveló los motivos de su ausencia en el evento. El panelista del programa de Florencia Peña aseguró que se trató de una cuestión de horarios mal calculados y que el clima lluvioso no favoreció a su situación. Además, contó cómo se tomaron sus hijos y esposa su faltazo al Registro Civil.

“Tuve un inconveniente... No me daban los tiempos con el laburo y mientras se casaba mi hijo yo estaba al aire en Flor de equipo por Telefe. Por eso no estoy en las fotos, ¡no pude ir! Entre el programa y la lluvia, iba a llegar tarde y por eso no fui”, expresó el miembro de Flor de Equipo en diálogo con Revista Pronto, en alusión a los motivos de su ausencia en el casamiento de su retoño.

“Yo estaba al aire y era raro porque mientras hablaba de policiales me iban mandando fotos del casamiento. Ya me conocen a mí, Diego sabe cómo es mi laburo y en mi casa ya me aceptan de esa manera”, cerró el periodista y dejó en claro que su familia conoce cuán comprometido es con su profesión.

Paulo Kablan sobre su adelgazamiento

El experto en policiales se expresó sobre los kilos que perdió en el último tiempo y reveló: “Fue fundamental mentalizarme en que quería cambiar y accionar. Hice una dieta estricta, siempre asesorado y acompañado por un equipo de profesionales de la salud. Me cuido mucho en las comidas, tengo asistencia médica y estoy haciendo actividad física”.

“Ahora para mantenerme, que es lo más difícil de todo esto, sé que tengo que entrenar y hacer actividad deportiva, así que en eso estoy. Estoy saliendo a andar en bicicleta, camino mucho con mi mujer, La Garibotti, y como con suma cautela. Me cuido en las comidas e ingiero lo que me indican los nutricionistas”, siguió Kablan y cerró: “Ojo: no es fácil y lleva mucho sacrificio. Fueron muchos meses de cuidarme un montón y hoy solo tengo que mantenerme”.

Por otro lado, el periodista se refirió al momento en que dejó de consumir cigarrillos: “Cuando dejé de fumar, no podía parar de comer. Por eso subí 24 kilos. Hoy, que estoy mejor y la ansiedad se me fue, me sigo cuidando y nunca más volví a fumar. La ansiedad se me fue pero es una lucha diaria porque cada dos semanas, me dan ganas de fumar. Siento que me falta algo y me doy cuenta de que es la abstinencia al pucho. Es una lucha diaria y la sensación es que ayer dejé de fumar”.

Fuente: El Destape