La exprocuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, recordó las presiones que sufrió durante el macrismo para dejar el cargo y repasó la denuncia en su contra por supuestas irregularidades en una licitación.

“No iba a permitir que al Procurador se lo echara a los gritos. Nuestras instituciones no podían caer tan bajo”, sostuvo Gils Carbó en diálogo con La Mañana.

Para su apartamiento se presentó una denuncia en su contra por la licitación de un edificio para que funcione la procuración. Esa denuncia fue retomada tras la feria judicial y el año de pandemia.

“La licitación no tiene irregularidades, la Cámara sostuvo que fui ajena a un negocio entre privados pero el fiscal (Eduardo) Taiano sostiene que yo tenía el anhelo de trabajar en un edificio señorial”, reveló.

“Alguna persona anónima decía que yo había hecho un negociado con la compra de un edificio para beneficiar a mi exmarido, del que me había separado hacía 25 años”, cuestionó la exprocuradora.

“Es un combo de violencia y patriarcado, yo quedaba como alguien dirigda por su exmarido para hacer un negocio”, agregó.

“Hubo otras licitaciones y yo apliqué un plan estratégico de modernización y demandas. Tenemos el Ministerio Público más atrasado de la región”, justificó.