Por primera vez tras regresar a la Argentina luego de estar más de un año realizando un tratamiento médico en Cuba, Florencia Kirchner habló sobre sus días en la isla, sostuvo que se enfermó porque “tenía dos jueces haciendo lo que querían” con ella y denunció “una persecución judicial” contra su familia a partir de la cual decidió que se tenía “que guardar”.

La hija de la actual vicepresidenta brindó una entrevista durante la madrugada de este viernes en la que resaltó: “Lo que pasó en estos últimos tres o cuatro años, más o menos desde julio del 2016, fue una cosa que nunca había visto ni siquiera en otra persona”.

“Había un ensañamiento judicial, me mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía dos jueces haciendo conmigo absolutamente lo que querían. Eso fue lo que me enfermó a mí. Obvio que lo mediático sumó un montón porque ya no era como antes que te sacaban en una nota, qué se yo... Yo, de que me inventen cosas y me agredan estoy acostumbrada desde que soy menor de edad”, protestó la cineasta en diálogo con la radio Futurock.

“Fue más fuerte conmigo porque soy la hija más chica, porque saben que mi vieja siempre del (Instituto) Patria venía siempre para mi casa a verme a mí y a Helena. Hay una relación muy cotidiana con mi mamá por fuera de discutir política u otras cosas. Y se la empezaron a dar por ahí. Creo que hubo una persona que era diputada y en su momento dijo le pegaron por donde más le duele”, analizó.

Además, la hija de la ex mandataria nacional volvió a desestimar la acusación en su contra por presunta asociación ilícita: “Primero me mostraban como una tilinga y de repente era como una mente maestra. Había veces en las que teníamos que ir a Comodoro Py y a mi hermano no le mandaban la prensa a la casa, me la mandaban a mí. Yo tenía cinco cámaras acá abajo”.

La joven habló de su cuadro de depresión. Contó que durante mucho tiempo no estaba conectada “con nada”. “No quería saber nada con nada ni con nadie. Tardaba mucho en contestarle a mis amigos. Estaba como ida, en un universo paralelo”, recordó. Y precisó: “Estaba mal, estaba muy desganada, no sentía interés. La depresión que yo viví fue muy enajenada. No me interesaba saber cómo estaba nadie”.

“Ahora estoy creo que mejor, por supuesto, por algo estoy de regreso acá. Tengo mis días también. Deprimida ya no estoy. Estoy cerrando algunas cosas, pero deprimida ya no estoy”, continuó en diálogo con las periodistas Julieta Mengolini y Gabriela Borrelli.

La cineasta recordó que tuvo dificultades para empezar nuevos proyectos a partir de que comenzaron las acusaciones en la Justicia. En un principio porque algunas personas se alejaron de ella y luego porque empezó a sufrir los problemas de salud que la obligaron a internarse en Cuba.

“Cuando te persiguen políticamente, nadie te quiere cerca. De golpe yo quería empezar y no se podía. Tuve períodos de depresión hasta que me empezó a hablar físicamente el cuerpo con cosas que me empezaron a pasar, una somatización. Ahí fue como de golpe tenía dos meses en los que andaba y tres meses en los que caía”, prosiguió.

"Hay una posibilidad de salir y no volver entrar. Primero tenés que asumir que tenés depresión y que tenés reacciones de local. Tengo cosas que me acuerdo con amigos, situaciones, que se aguantaron mucho para decirme “Flor, hacete ver”, agregó.

Por otra parte, la joven contó que hubo meses en los que no era bueno estar sola en Cuba y sus amigos empezaron a organizarse en grupos para viajar y acompañarla. “Yo en realidad me fui a hacer un curso y como me había estado haciendo un tratamiento, dije ‘voy a hacer el curso y de paso me chequeo de vuelta’. Cuando me revisan, vemos que no estaba nada bien y no hice el curso ni nada, quedé ahí abocada a mi salud”, explicó.

Entre risas, la hija menor de la vicepresidenta admitió que no leyó el libro de su mamá, “Sinceramente”. “No lo leí porque habla de todo lo que me llevó a enfermarme. Más adelante, cuando esto lo sienta más lejos, lo voy a agarrar, lo tengo acá. En su momento fue momento de pelea con mi mamá, pero lo entendió. Hay algunas partes que me leyó ella cuando estábamos en Cuba y algunas capturas que me mandaron mis amigos; eso sí que no fue una sorpresa, yo sabía, más adelante voy a agarrarlo porque quizás me sirva para ordenarme un poco”, cerró.

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