El exjuez Norberto Oyarbide reveló este miércoles que Mauricio Macri, cuando era jefe de Gobierno porteño, "tuvo la intención" de inhibirlo con sumas de dinero para que no lo investigara en una causa de escuchas telefónicas pero que no lo logró, durante su participación en Fuerte al Medio, el programa de Radio 10 en el que acompaña al humorista Fernando Coco Sily.

"Mauricio Macri no me compró porque yo no cotizo en bolsa, pero tuvo la intención de hacerlo, de manera absolutamente directa", lanzó el exmagistrado.

Oyarbide reconoció que el pedido llegó por parte del propio Macri cuando tenía a su cargo la causa que investigaba al exmandatario de la Ciudad de Buenos Aires por escuchar de forma ilegal a su ex cuñado, Néstor Leonardo, y al dirigente de la agrupación 18J de familiares de AMIA, Sergio Burstein.

"Me pidió que me inhiba en su causa que tuve por las escuchas telefónicas, legales, donde él utilizó en aquel momento siendo Jefe de Gobierno la Secretaría de Inteligencia de Estado con Stiuso a la cabeza", sentenció sobre la causa que comenzó en 2010.

El exfuncionario porteño fue investigado y posteriormente procesado por Oyarbide, que en aquél momento era subrogante del Juzgado Federal N°7.

Macri estaba señalado por haber montado y llevado a cabo una "asociación ilícita" dedicada exclusivamente al espionaje, la cual habría sido realizada con ayuda del entonces jefe de la Policía Metropolitana, Jorge Palacios, y Ciro James, quien tenía un cargo en el Ministerio de Educación de la Ciudad, a cargo de Mariano Narodowski.

Esta investigación lo "persiguió" durante todo su segundo mandato al frente de la Ciudad, pero su calidad de procesado fue eliminada cuando el juez federal Sebastián Casanello asumió en el Juzgado Federal N°7 y cerró la investigación al argumentar que había elementos suficientes.

"Después, siendo presidente, no había nadie que se le interpusiera en su camino, de manera que tenía todo los aparatos del Estado para llevar adelante su obra extraordinaria", relató el exjuez y añadió más detalles: "Ofrecía dinero. Yo no me inhibí y le dije que no cotizaba en bolsa. Vinieron enviados especiales y no del Vaticano".