TRISTE Y SOLITARIO FINAL: El "correctivo" de Macri a Vidal

Triturador serial de promesas electorales, Mauricio Macri amenaza romper en tres años, una de las principales expectativas que había generado la irrupción del frente Cambiemos en el tándem Nación-Provincia. Con cargo a estrenar y una reelección posible por delante en la Rosada y en Gobernación, siempre se especuló que el forcejeo habitual entre una administración y la otra por cuestiones de caja inspiradas en posicionamientos políticos, sería, al menos durante el  primer mandato, cosa del pasado. Porque además el PRO, al fin y al cabo el partido Gobernante, estaba obligado a demostrar dotes de buen administrador más allá de la cómoda Capital Federal.   

Con la menor cantidad de recursos nacionales per cápita del país, la Provincia sufre una histórica discriminación por transferencia de recursos. En llano: con recursos genuinos suficientes para pagar sueldos y garantizar, a medias, servicios básicos mal prestados, el Gobierno provincial se transformó en rehén de la ayuda financiera por parte del Gobierno nacional.

Macri emprendió esta última semana un juego de presiones con la billetera de por medio, contra María Eugenia Vidal. Molestos por la promovida candidatura presidencial de  Vidal, desde la Rosada no hubo un solo gesto de ayuda financiera después de que la Provincia asumiera, por imposición antes que por concesión, el mayor peso del ajuste brutal del Presupuesto  

Es evidente que Vidal marca un pulso distinto a su gestión y que se despega de las medidas más polémicas que esmerilan la imagen presidencial. Por acción –se diferenció de Peña cuando el Jefe de Gabinete negó un fracaso económico- u omisión, en la Rosada están convencidos que la Leona no aguantó los trapos para contener la bronca que provocó el despiadado tarifazo macrista. Creen que forma parte del plan para proyectarse a la fórmula nacional, si la imagen de Macri sigue cayendo en desgracia.  

Hace 2 años, Vidal se anotó un punto en términos de la consolidación de una caja que le permitiera cierto margen de maniobrabilidad. Fue cuando consiguió que Nación transfiriese $40 mil millones durante este año, y $65 mil millones durante 2019. La fuerte devaluación que aplicó el Gobierno, y el peso de la deuda nominada en dólares que tiene la Provincia, incrementada por la propia Vidal, evaporaron en un suspiro ese original alivio fiscal. 

No parece real que Vidal esté preocupada porque, como se escribió, la transferencia de los subsidios al transporte, unos $25 mil millones, le quite solvencia al fondo de $65 mil millones de la compensación del FdC. A esa ayuda ya se la comió la devaluación, y el impacto en la cotización de la deuda bonaerense nominada en dólares, más el proceso inflacionario actual. Sin mercado donde financiarse y con la recaudación comprometida por el parate de la economía -su principal impuesto genuino está atado literalmente a la producción y, consecuentemente, a la actividad económica- su tranquilidad financiera dependerá, más que nunca, de la predisposición de ayudarla por parte del Gobierno Nacional. 

En ese contexto, los mensajes de la Rosada no son, por ahora, alentadores. La acusan de intentar “despegarse” de Macri e, incluso, de desafiarlo promocionándose en el Círculo Rojo como la candidata presidencial natural del espacio, para 2019. Desde Nación, el viernes último, le mandaron un mensaje colado en el diario: “Si quiere ser presidenta, que sea con su plata”. 

Fuente: Infocielo