Mauricio Macri lo dijo con todas las letras: “No habrá justicia macrista”. Fue al asumir como presidente, en diciembre de 2015. Sin embargo, y muy lejos de aquella consigna, los hechos vienen demostrando exactamente lo contrario: toda vez que el Gobierno enfrenta alguna cuestión complicada que se pueda traducir en descontento social, ahí estará a su servicio Claudio Bonadio que, en una sintonía perfecta, acatará a rajatabla las instrucciones que le envían desde Casa Rosada.

Por eso mismo, suenan lógicas las palabras del presidente cuando el viernes pasado, en medio del revuelo que generaron los “cuadernos truchos” y ante la posibilidad de que el juez estrella de Comodoro Py pueda ser recusado, advirtió a su ministro de Justicia, Germán Garavano: “Hay que seguir bancando a Bonadio, como sea, cueste lo que cueste”.

Demás está decir que, en este contexto, desde los despachos oficiales ponen fichas a la posibilidad de que el magistrado, más temprano que tarde, pueda cumplir su sueño, es decir, ordenar la detención de Cristina Kirchner.

Días atrás, el periodista Carlos Pagni reveló que un importante miembro del gabinete nacional señaló, a propósito de la causa por el supuesto pago de coimas, que “si no hay pan, que haya circo”.

De esta manera, revela cuál es el posicionamiento de Cambiemos frente a la brutal embestida de Bonadio, con la burda complicidad de los grandes medios. En otras palabras, muestra cómo, para este Gobierno, resultará clave seguir distrayendo con esta cuestión a la opinión pública, y que quede en un segundo plano la crisis económica, con una inflación descontrolada o el creciente aumento del desempleo.

Así, la administración macrista apuesta a que la gente se concentre en el tema de los “cuadernos truchos”, y deje de lado los problemas realmente importantes que afectan al conjunto de la población, para enfocarse casi exclusivamente en los detalles de lo que dicen esas “explosivas revelaciones” del ex chofer.

Demás está decir que el macrismo siempre fue consciente del control que podía ejercer sobre el Poder Judicial. Por eso, no fue casual que dos de las primeras acciones de Cambiemos fueron copar el Consejo de la Magistratura, y el tratar de incorporar por decreto a dos jueces en la Corte. Tiempo atrás, la jueza María Servini de Cubría aseguró que en 40 años de Poder Judicial nunca había sufrido tantas presiones como con este gobierno.

La avanzada del oficialismo sobre la Justicia ya cuenta con varios capítulos, que se suman a las permanentes operaciones que finalmente lograron desplazar a la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó.

El hecho es que, de aquella promesa de que “No habrá justicia macrista”, un año y medio después, el mismo presidente que había lanzado esa consigna, en una arenga que tenía más de amenaza que de advertencia, enfatizó: “Los jueces tienen que saber que buscamos la verdad, o buscaremos otros jueces que nos representen”.

Fuente: Info135