El Gobierno había apartado de la toma de decisiones a Emilio Monzó, tercero en la cadena de mando presidencial, porque cuestionó que el rumbo de la administración de Macri estaba volcado más al marketing que a la política.

“Si seguimos así en vez de timbreo vamos a hacer ring raje”, repite el presidente de la Cámara de Diputados.

Estos conceptos expresan lo que dijo Monzó en una reunión caliente que tuvo con Macri y Marcos Peña en la Quinta de Olivos en agosto de 2016. La reunión terminó a los gritos y con Monzó apartado de la toma de decisiones del Gobierno y del armado de la provincia de Buenos Aires.

El corrimiento de Monzó era un hecho inédito para un dirigente que no sólo es tercero en la línea sucesión, sino que garantiza leyes en el Congreso, un rol político institucional que es crítico en este gobierno que no tiene mayoría propia en las cámaras.

“Emilio no trabaja en la redacción del diario de Yrigoyen", graficaron desde el espacio de Monzó en una crítica velada a Marcos Peña, el principal apuntado cuando se cuestiona al marketing. "El esquema Festilindo lo pudimos aguantar en la Legislatura porteña, pero no en el gobierno nacional", agregaron las fuentes.

Pese a que es el principal armador político del PRO, a Monzó lo corrieron porque se quejaba que “la política bonaerense está armada por porteños que no conocen la provincia”.

Tras protestar en soledad durante meses, Monzó confirmó el fracaso de la cooptación de intendentes por parte de Vidal, que quedó en evidencia con la insustancial incorporación de Joaquín de la Torre al gabinete. Otra prueba es la cumbre que debió apurar la gobernadora para reunir a su tropa y pedirles que trabajen ya mismo en sus distritos porque no iba a sumar más intendentes peronistas.

Pese a ese clima conflictivo, allegados a Monzó aclaraban que el diputado no tenía pensado irse ni con Sergio Massa ni con Florencio Randazzo, dos dirigentes que ya planeaban su candidatura en las elecciones legislativas de 2017.

A pesar de esa aclaración hace casi dos años, en abril de 2018 Monzó acordó con Macri que no lo acompañará en un eventual segundo mandato y que, en caso de que vuelva a ganar Cambiemos, prefiere un destino fuera del país. Ahora sabemos que Monzó prefiere rajar sin tocar ningún timbre.

Fuente: La Política Online, Infobae