Los días del dirigente gastronómico Luis Barrionuevo como interventor del Partido Justicialista podrían estar contados si la Cámara Nacional Electoral (CNE) define revocar la intervención dispuesta por la jueza María Servini de Cubría que provocó un cimbronazo en el mundo político. Según fuentes judiciales, los jueces Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera llegaron a un acuerdo y se encuentran puliendo los detalles de un fallo que fundamenta los motivos por los cuales se volvería a la situación previa al 10 de abril, cuando la magistrada adoptó la sorpresiva medida que desplazó a José Luis Gioja como autoridad principal del PJ. La intención de los camaristas es no dejar ningún detalle al azar en la interpretación de su sentencia y evitar una transición caótica entre tantas idas y vueltas. Es por eso la demora en la resolución que era esperada en la semana previa al inicio de la feria judicial de invierno y que podría llegar en los próximos días, o incluso la semana próxima. Nadie es ajeno a que la decisión tendrá impacto en el mundo político y se buscan obturar "vacíos" que puedan ser generados a partir de los fundamentos que termine expresando el fallo. 

BARRIONUEVO SE QUIERE MATAR: La Cámara electoral a punto de revocar la intervención del PJ

La intención de Dalla Vía y Corcuera es terminar de pulir los detalles de redacción y fundamentación antes del fin de esta semana. Aunque con estilo más diplomático, la CNE adoptará algunos de los señalamientos realizados por el fiscal Jorge Di Lello que salió fuerte a cruzar el fallo de Servini por carecer de "fundamentación jurídica" y basarse en cuestiones "arbitrarias". "No puede soslayarse que los fundamentos de la sentencia, en su totalidad han sido solamente de carácter político y no jurídico, lo que evidentemente condujo a que se arribara a una conclusión alejada de los preceptos legales y de razonabilidad, que deben acompañar a cualquier intervención jurisdiccional", afirmó el fiscal quien no fue consultado antes de que Servini definiera la intervención al argumentar, entre otras cosas, que el PJ se hallaba sumido en una "crisis política e institucional" sin precedentes. En ámbitos políticos, pero también en jurídicos, habían calificado la decisión original de Servini como extrema. Y para peor, con debilidad argumentativa para disponer semejante medida sin incluir una sola cita doctrinaria y hasta mencionar una de las frases de Juan Perón para ilustrar la fragmentación interna del partido. La jueza había hecho lugar al pedido de declaración de acefalía que promovieron, entre otros, el sindicalista representante de los estacioneros Carlos Acuña, uno de los triunviros de la CGT que responde Barrionuevo. Su elección como "normalizador" tampoco fue bien recibida, ya que es reconocido como un sindicalista que mantiene guiños hacia el Gobierno, pero también por su baja intensidad democrática, con antecedentes en la quema de urnas en Catamarca cuando fue inhabilitado como candidato a gobernador, en 2003. Con más tono de análisis político e histórico, Servini coronó el reto a la dirigencia desplazada con la decisión que apuntaba a corregir esos desmanejos. Para un sector de la Justicia esto representaba inmiscuirse en la vida interna de un partido, más allá de su diáspora producto de los últimos naufragios electorales.

Más allá del nombramiento, lo cierto es que Servini previno al propio Barrionuevo sobre la recomendación de no adoptar medidas irreversibles. Prácticamente quedó paralizada también la actividad de la intervención y de un anunciado "relanzamiento" del sello. La sentencia de la Cámara Electoral también resolverá los múltiples planteos interpuestos tanto por los apoderados de Gioja como por los representantes del comando que Barrionuevo estableció en la histórica sede de la calle Matheu. Ya habían dado un guiño cuando el 24 de mayo habían aceptado la apelación del desplazado titular del partido, algo que el "Team Barrionuevo" leyó erróneamente de la resolución de la CNE, creyendo que había sido rechazada. 

La imposición de un plazo de finalización para la intervención, como medida intermedia a la revocatoria lisa y llana fue uno de los caminos que exploraron en la CNE como solución intermedia para que fuera Servini la que resolviera los pasos a seguir tras las consecuencias que generó su fallo. El acuerdo entre Dalla Vía y Corcuera evitó la situación de tener que convocar a un tercer juez para desempatar.

Fuente:Ambito