Entre enero de 2016 y mayo de 2018, los trabajadores estatales figuran a la cabeza del ranking de los más afectados por la distancia entre los aumentos pactados en paritarias y la inflación oficial. El deterioro de los ingresos reales fue en su caso del 21,3 por ciento.

El top five lo completan los docentes, con un declive del 18,1 por ciento en la capacidad de compra; los gastronómicos, con 12,9; los petroleros, con 12,0, y los camioneros, con 10,0. Los datos surgen de un relevamiento del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, con un muestreo de la situación en distintas actividades. La afectación de los salarios fue una de las razones principales del paro general realizado ayer por la CGT, las dos CTA y movimientos sociales, con la adhesión de pequeñas y medianas empresas que también se ven afectadas por esta situación (ver página 6).

“La inflexibilidad a la baja de la inflación transmite tensiones sobre la distribución del ingreso, en el marco de un mercado laboral que no termina de recuperarse de la crisis de 2016”, describe el informe elaborado bajo la coordinación del economista Santiago Fraschina. “Ante el contexto de debilidad en la capacidad de pactar salarios superiores a la inflación, se verifica un proceso de retracción general del poder adquisitivo y, por ende, del consumo”, agrega. Esta situación, sin embargo, forma parte del proyecto del Gobierno para establecer un nuevo patrón regresivo de la distribución del ingreso. Así lo sostiene la Undav al analizar la respuesta que ofrecen las autoridades frente a una tendencia consolidada de aumentos de precios que superan las recomposiciones salariales.

“En declaraciones recientes, el economista y actual ministro del Interior, Rogelio Frigerio, manifestó que ‘en las paritarias se debe tener en cuenta el objetivo de bajar la inflación’. Esta frase tal vez resuma de la manera más cabal el objetivo del gabinete económico en los últimos dos años: oficiar un esquema de ‘metas de paritarias’ como principal arma para contener el proceso de puja distributiva y coadyuvar a la reducción en la inflación de costos”, concluye el documento de la Undav.

Además de los gremios citados al comienzo, otras actividades que sufrieron importantes pérdidas de poder adquisitivo en lo que va de la gestión Cambiemos fueron las siguientes: transporte y metalúrgicos, 8,5 por ciento; sanidad, 6,0 por ciento; comercio, 3,5; construcción, 3,0, y bancarios, 0,6. En cambio, el gremio de aceiteros figura como una excepción con una mejora en los salarios del 4,6 por ciento.

La Undav proyectó también cómo quedarían los salarios en caso de que la inflación termine este año en 32 por ciento, considerando la banda más alta de la proyección que figura en el acuerdo con el FMI, si las paritarias no se modifican en relación a lo ya pactado. La pérdida de poder adquisitivo para los estatales quedaría en 19,7 por ciento; en transporte 17,5; petroleros, 16,5; docentes, 16,4; metalúrgicos, 14,3; construcción, 14,1; sanidad, 13,7; comercio, 10,5; bancarios, 8,1; aceiteros, 7,2, y camioneros, 6,9.

Fuente: Gaceta Fueguina