Alberto Fernández se reunió ayer con el presidente de Bolivia Evo Morales. La reunión se dio en Santa Cruz de la Sierra, donde conversaron a solas y luego cenaron con sus respectivas comitivas.

“Me acuerdo que nos reunimos con Néstor cuando vos todavía eras candidato. Y Hebe de Bonafini nos decía: 'va a ganar, vas a ver que va ganar'. Y tenía razón. Y mirá ahora, has hecho una gran gestión. Es un modelo en Latinoamérica. Siento una gran admiración por vos”, fueron las cálidas palabras de Alberto a Evo.

Juntos recordaron las reuniones de las que habían participado ambos, en aquellos años de la región en los que coincidieron Kirchner, Lula, Hugo Chávez y Evo.

Si bien esas épocas parecian haber quedado en el pasado tras el avance de la derecha en América Latina, tanto el resultado de las PASO argentinas como las encuestas publicadas en Bolivianas dan cuenta que todavía hay mucho progresismo latinoamericano aún.

Fernández y Morales obviamente se conocían pero sin tener una relación de amistad que ahora buscarán entablar, como quedó claro en el encuentro de ayer. También recordaron una tensa reunión que se dio en el Mercosur, luego de la nacionalización del gas y del petróleo dispuesta por Evo. La situación enojaba a Lula  porque afectaba a Petrobras.

“Me acuerdo que tuvimos que pedir un cuarto intermedio porque la cosa se estaba complicando”, recordaba Alberto sin embargo reconoció que dicha medida fue correcta, dada los efectos que luego produjo en la economía boliviana. 

Existía la posibilidad que en los próximos días Alberto Fernández se reuna con Lula en la cárcel de Curitiba y  con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Si bien ambas visitas se pospusieron, podrían ocurrir antes de las elecciones. 

Evo también se encuentra de campaña para las elecciones del 20 de octubre. Si resulta elegido irá por un cuarto mandato consecutivo luego de ser habilitado por un fallo del Tribunal Supremo Electoral. Con una economía que mantiene niveles de crecimiento de entre el 4 y el 5 por ciento anuales desde hace casi una década.

La posibilidad de un triunfo de Morales el 20 de octubre, más el de Fernández y el del Frente Amplio uruguayo en las del domingo siguiente, darían la idea de una nueva camada de gobiernos progresistas en la región.

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Fuente: Página12