A los 77 años falleció en las últimas horas el ex intendente de General Pueyrredon, Carlos Fernando Arroyo.

El deceso fue confirmado por fuentes próximas a la familia, aunque no se conocieron mayores detalles.

Arroyo había nacido el 8 de diciembre de 1945 y durante más de cuatro décadas se dedicó a la docencia, actividad que le permitió llegar al puesto de director de la “Media 2”, como se conocía el establecimiento secundario de Hipólito Yrigoyen al 1400. Se recibió de abogado en el año 1971 y su labor se reservó a expedientes de sucesiones y conflictos de familia.

Siempre tuvo inquietudes políticas y con el retorno de la democracia la Alianza Federal lo llevó como candidato a intendente por primera vez. Apenas juntó 1.411 votos, el 0.04%, en esa experiencia iniciática. Tras una incursión en el Partido Demócrata Conservador, entabló una relación política y personal con Gustavo Breide Obeid, jefe del Partido Popular de la Reconstrucción (PPR), del que ejerció como vicepresidente en la provincia de Buenos Aires.

Antiliberal, antiabortista y contrario al pago de la deuda externa, el PPR estaba alineado con la doctrina social de la Iglesia. A Arroyo nunca le importó que Breide Obeid haya liderado el levantamiento carapintada del 3 de diciembre de 1990, ni que haya sido condenado a siete años de prisión y a la pérdida de su condición militar: lo siguió considerando uno de los intelectuales más importantes del país.

Cuando se disolvió el PPR, Arroyo tuvo que buscar otros rumbos. En 2007 se postuló por el Paufe, el partido del ex subcomisario Luis Patti, luego condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura. En 2009 logró ingresar al Concejo con el Frente es Posible, de Adolfo Rodríguez Saá. Y en 2011 participó en las elecciones por el duhaldista Frente Popular.

Como suele suceder en política, le empezó a ir mejor a medida que se fue haciendo pragmático. Un paso clave fue la creación, junto con compañeros de ruta como Guillermo Sáenz Saralegui, del partido municipal Agrupación Atlántica, con el que en las legislativas de 2013 dio el primer aviso de que su imagen venía en ascenso: se ubicó tercero, con el 15,43% de los votos.

Se ganó su apodo Zorro 1 por su rigurosa gestión como Director de Tránsito durante la gestión de Mario Russak.

Durante varios períodos fue concejal hasta que en 2015 se impuso en las elecciones municipales sobre Gustavo Pulti con el 47,5 por ciento de los votos y asumió su mandato hasta 2019, cuando fue reemplazado por el actual intendente, Guillermo Montenegro. En su intento reeleccionista, apenas logró el 3 por ciento de los sufragios. Días atrás se conoció la novedad de que Agrupación Atlántica perdió su personería jurídica por falta de afiliados.