Yasmín Flores es una de las víctimas del cirujano plástico Roberto López. La joven concurrió a su clínica privada para realizarse una liposucción, una cirugía de baja complejidad, y siete días después falleció. Yasmín fue operada en una cirugía ambulatoria y tres días después concurrió a la clínica para un chequeo general y el cirujano le dio el alta diciendo que el post operatorio estaba cursando de manera perfecta y no había ninguna complicación.

La familia inició una causa contra el cirujano por mala praxis con la intención de imputarlo por homicidio. “El dolor de la familia es inmenso, no hubo el más mínimo gesto por parte del profesional quien ni siquiera visitó personalmente a Yasmín cuando se descompensó”, aseguró Matías Morla, cuyo estudio jurídico representa a Lucas, el marido de Yasmín, en un comunicado de prensa.

Siete días después Yasmín despertó con fiebre y la familia se comunicó con el cirujano quien solo se limitó a decirle que la trasladen a una guardia porque no podía verla. La joven ingresó a la guardia totalmente descompensada y unas horas después murió de una trombosis pulmonar. La familia recibió ya dos llamados de otras víctimas de López.

“Estamos presentando una denuncia penal contra el cirujano. Queremos ayudar a la familia de Yasmín para que tengan justicia porque ella solo fue por una cirugía estética y terminó encontrando la muerte. Estos casos no deben pasar, pero sin embargo cada vez hay más”, agregó el abogado.

En la denuncia aparecen chats de una ex pareja del cirujano donde él mismo admite haber consumido “éxtasis” y tener problemas de “alcohol” en su vida lo que es un peligro para su profesión. Los chats fueron adjuntados en la presentación.

Fuente: M1