Camilo García conversó Leandro Rud en su programa La Noche, por El Nueve, y recordó a su madre, Rocío Angela Martínez, desaparecida durante la última dictadura militar.

“Yo era un chico normal como cualquier otro y con una madre que era maestra de colegio. Ella había llegado desde España a los 12 años y tenía una participación social bastante amplia como ir a los a los barrios de emergencias y a las villas a preparar ollas populares”, recordó García.

El periodista y músico, que en el momento de la desaparición de su madre tenía apenas 4 años, contó cómo fue el día del secuestro: “Fue en la madrugada de un lunes entre las tres y cuatro de la mañana. Había golpes en la puerta y tocaban el timbre. Mi madre atendió el portero y dijo ‘es la policía’, entraron un montón de soldados a casa y se la llevaron”.

A su vez reconoció que esa situación se dio de una manera “muy violenta”, que tanto él como su hermana mayor Bárbara pudieron escuchar desde el cuarto que compartían. Aquel 13 de junio de 1976 fue la última vez que ambos vieron a su madre. “Cuando se llevaron a mi madre, estaba separada de mi padre desde hacía dos años. Ella tenía otra pareja y vivíamos en Haedo”, agregó.

Consultado cómo fueron los días posteriores a la desaparición de Rocío Ángela Martínez, Camilo contó: “Años después trabajando en la tele me vino a visitar una persona que me dijo ‘Yo los recibí en mi casa cuando se llevaron a tu madre’. Era el vecino de la planta baja de al lado que escuchó todo el movimiento, observando desde la ventana de su cocina”.

Y continuó: “Esta gente se contacto con mis abuelos paternos que nos fueron a buscar. A partir de ahí vivimos con mi abuela Elida, después mi padre formó una nueva familia con Cecilia que es mi mamá de crianza y madre del resto de mis hermanos y vivimos todos juntos hasta que mi padre se volvió a separar en el 1989″. García reconoció que “ellos le salvaron la vida” y argumentó estos dichos al asegurar: “Crecí en una familia me me dio mucho amor, pero no puedo olvidar a mi madre y trato de honrar su memoria, y por eso, estoy siempre del lado de la vida y de la conciencia social”.

Por último, reveló que una vez separado su padre de la segunda pareja, él decidió irse a España cuando solo tenía 18 años con intenciones de irse a vivir definitivamente. “Allá vive toda la familia de mi madre y siempre me recibe con mucho cariño. Me fui por tres meses y volví porque mi familia no la estaba pasando muy bien y me pareció que iba a ser más útil acá”, manifestó.

Sobre las secuelas o las consecuencias que le causaron este dolor tan grande a su corta edad, Camilo comentó: “Fui bastante quilombero y revoltoso, de algún colegio me echaron por una sanción colectiva. Tuve una adolescencia rockera que me permitió de algún modo evacuar el dolor y transformarlo en una energía para construir y arma un proyecto de vida, aunque me falta armar una familia, un tema que está bastante postergado, pero que hoy estoy en un buen momento para hacerlo”.